Nuestro arzobispo de Lima, Monseñor Carlos Castillo, sostuvo un conversatorio con estudiantes de 4to y 5to de secundaria del Colegio San Norberto, en la Victoria. El encuentro se dio en el marco de las celebraciones por los 60 años de la institución educativa y como parte de la activación de la pastoral educativa, liderada por los jóvenes de nuestra Arquidiócesis de Lima.
Escribe: Yadir Candela
El tema de este conversatorio fue: «¡Joven de esperanza, a ti te digo: Levántate!». El encuentro con los estudiantes se inspiró en el Evangelio de la resurrección de la hija de Jairo, a partir del cual, los jóvenes compartieron sus experiencias sobre las situaciones que viven, la desesperanza que nos deja un mundo de apariencias y etiquetas; pero, también, de la alegría y esperanza que viven iluminados por la fuerza generadora del Señor.
Los estudiantes participaron en un plenario en donde compartieron algunas sugerencias para que la Iglesia sea más cercana y esperanzadora como lo era Jesús, y cómo debe estructurarse la Pastoral de los colegios parroquiales.
“Queremos que se abran las puertas de la Iglesia y nos escuchen”
Los estudiantes, desde diversas experiencias, manifestaron que su alegría y esperanza puede verse menguada por las críticas, las habladurías y las exclusiones: “Existe un estereotipo sobre el adolescente o sobre el joven y ese estereotipo hace que nos etiqueten y nos tachen a todos como rebeldes o que tal vez no saben lo que quieren, haciendo que no escuchen las buenas propuestas o sueños que tenemos”, comentaron.
“Necesitamos que la Iglesia pueda escucharnos porque, muchas veces, nuestros seres queridos tampoco lo pueden hacer y eso nos corta la esperanza”, expresó una de las estudiantes de 4to de secundaria.
Monseñor Castillo: A Jesús se le conoce a partir de la vida y la experiencia
Monseñor Castillo agradeció la buena disposición de los estudiantes para compartir sus aportes e inquietudes. El Prelado los animó a seguir su intuición juvenil y encontrar un camino común con el que se pueda ayudar a otros jóvenes a levantarse y seguir adelante.
Nuestro arzobispo reflexionó sobre la importancia de permitir que los jóvenes tengan espacios para desarrollar su potencial con libertad y discernimiento: “Debemos seguir creciendo a partir del diálogo, de las ideas, del compartir las experiencias. Si hacemos una educación rígida de aprendizaje y de memoria, eso solo tiene un resultado: sabemos una única verdad de memoria, pero no sabemos aplicarla a la vida. Y a Jesús se le conoce a partir de la vida, de la experiencia”, agregó.
Nosotros queremos ser escuchados, ser acogidos y acompañados. Todos tenemos un talento, necesitamos que nos den el impulso para que podamos demostrar al mundo lo que somos.
ESTUDIANTES DEL COLEGIO SAN NORBERTO
