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Hace 40 años, un 15 de julio de 1984, Carlos Castillo Mattasoglio fue ordenado sacerdote por el Cardenal Juan Landázuri Ricketts O.F.M. Enviamos un fraterno saludo al Pastor de Lima y nos unimos en oración para pedir por su ministerio episcopal.

Como se recuerda, un 2 de marzo de 2019, Carlos Castillo Mattasoglio se convirtió en el 33° Arzobispo de Lima y Primado del Perú. «A ti te digo ¡Levántate!», es el lema episcopal elegido por el prelado. Palabras que nos recuerdan la misión evangelizadora de salir hacia las periferias existenciales y actuar ante las complejas situaciones que vivimos día a día.

El camino sacerdotal de Monseñor Carlos Castillo

La vida sacerdotal de Monseñor Castillo estuvo marcada por el encuentro y la cercanía con varias Parroquias de Lima. Comenzó como vicario parroquial de “San Francisco de Asís”, en Tablada de Lurín de 1987 a 1990; posteriormente, fue nombrado vicario parroquial de “La Encarnación”, de 1990 a 1991.

Nuestro Arzobispo también se desempeñó como asesor de la Unión Nacional de Estudiantes Católicos, de 1987 a 1998; ha sido responsable de la Pastoral Universitaria de Lima, y colaborador en la Parroquia de “San Juan Apóstol”, de 1991 a 1999, después pasó a ser Vicario parroquial hasta 2001.

El Primado del Perú fue vicario para la Pastoral Juvenil de Lima, organizador de la Vicaría para la Juventud, y responsable de la pastoral vocacional, entre los años 1996 y 1999. En el año 2000 fue Asesor nacional de Pastoral para la Juventud, donde organizó el Encuentro Nacional de Juventud por el jubileo. Durante siete años fue el Párroco de la Virgen Medianera (2002 a 2009), y en 2010 fue nombrado Párroco de ‘San Lázaro’ hasta 2015. Por último, fue colaborador de la parroquia “San Francisco Solano” hasta 2018.

Además de su intensa vida parroquial, Monseñor Castillo es profesor de Teología en la Pontificia Universidad Católica de Perú, desde el año 1987 hasta la actualidad.

Con el lema “Misioneros de la Sinodalidad”, cerca de 80 sacerdotes provenientes de las 46 jurisdicciones eclesiásticas participaron este miércoles 10 y jueves 11 de julio del presente año en el Encuentro Nacional de Párrocos por el Sínodo, organizado por la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) en el marco de la segunda sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria, prevista para octubre de 2024 en Roma.

Este encuentro sinodal recoge el mandato del Santo Padre, el Papa Francisco, que en mayo del presente año, dijo al final del encuentro en Roma: «Por eso, les pido que, cuando regresen a casa, sean misioneros de la sinodalidad con sus hermanos párrocos animando la reflexión sobre la renovación del ministerio del párroco en clave sinodal y misionera, promoviendo momentos de conversación en el Espíritu entre los párrocos, presenciales o virtuales, aprovechando la oportunidad de algunos encuentros ya organizados, u organizando uno especialmente con este fin».

Una respuesta a la primera sesión del Sínodo

La jornada se inició con la ponencia de Monseñor Héctor Miguel Cabrejos Vidarte, O.F.M., Arzobispo Metropolitano de Trujillo y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, quien reflexionó sobre el tema “El Rostro de la Iglesia Sinodal”, que corresponde a la primera parte de la síntesis del Sínodo 2021-2024. Y culminó con una Santa Misa presidida por el Nuncio Apostólico en el Perú, Monseñor Paolo Rocco Gualtieri, y concelebrada por Mons. Cabrejos.

Durante el segundo día, las reflexiones serán guiadas por Mons. Edinson Farfán Córdova, O.S.A, Obispo de Chiclayo, a cargo del segundo tema “Todos Discípulos, Todos Misioneros” y por Monseñor Carlos Enrique García Camader, Obispo de Lurín y Presidente de la Comisión Episcopal para el Clero, Seminarios y Vocaciones, a cargo del tema “Tejer Lazos, Construir Comunidad”. La metodología utilizada será el Conversatorio en el Espíritu.

Los moderadores del encuentro son el Padre Guillermo Inca Pereda, Secretario General de la Conferencia Episcopal Peruana, y el Padre Adolfo Guevara Zagaceta, Vicario General de la Arquidiócesis de Trujillo, quienes también participaron en el  Encuentro Mundial de Párrocos llevado a cabo en Roma en mayo del presente año.

Para los grupos de trabajo, se contó con un equipo de facilitadores conformado por Padre Pedro Hughes, S.S.C., miembro del Comité Ejecutivo de la REPAM; Hermana Birgit Weiler, H.M.M., consultora para el Secretariado General del Sínodo.

También estuvo presente la Hermana Pilar Neira, C.C.V.I., Secretaria Ejecutiva para la Comisión Episcopal de Laicos y Jóvenes, Padre Víctor Manuel Torres Vásquez, responsable de la Pastoral Afro-Peruana; Padre Juan Goicochea Calderón, M.C.C.J., encargado de la Comisión de la Vicaría Episcopal de la Pastoral de la Arquidiócesis de Lima; Padre P. John Cuadros Angulo, decano de la Diócesis de Lurín; Padre Alfonso Trujillo Espinoza, Diócesis de Carabayllo, y Padre Jorge Carreño Girón, Secretario Adjunto de la Conferencia Episcopal Peruana.

Nuestro obispo auxiliar de Lima, Monseñor Juan José Salaverry, ofició las misas por el Día del Maestro junto a las comunidades de maestros de ODEC Lima y AIEC.

La primera misa se llevó a cabo en el ISET Juan XXIII para conmemorar el Día del Maestro ODEC Lima, y la segunda en la Capilla del Seminario Santo Toribio de Mogrovejo, en honor al Día del Maestro AIEC. Ambas celebraciones contaron con la participación de directores, subdirectores y docentes de distintos colegios.

Monseñor Salaverry a ODEC Lima: «Servir a la humanidad desde la enseñanza»

En su homilía con los docentes de ODEC Lima, Monseñor Salaverry destacó la importancia del rol del maestro como guía y formador en la sociedad, animándolos a continuar su labor con amor y vocación haciendo eco de las palabras del Papa Francisco.

«El Papa Francisco ha querido entender que la misión del educador católico es promover la educación integral del joven y del niño; es promover una serie de valores para que los estudiantes no solamente aprendan conocimientos básicos de nuestra fe, sino que aprendan a servir al prójimo, a la humanidad y a todos aquellos a quienes, desde sus distintas tareas y sus distintas misiones, deben de acompañar anunciando el Evangelio», explicó.

Monseñor Juan José Salaverry sostuvo que la enseñanza católica no puede ser una enseñanza atemporal, sino que debe estar «circunscrita al tiempo en el cual nosotros nos encontramos”. Por eso, subrayó la gran responsabilidad que recae en los educadores católicos, enfatizando que su labor no es “solo transmitir conocimientos, sino también generar esperanza entre el Pueblo de Dios al que sirven”.

Monseñor Salaverry a AIEC: «El futuro de la Iglesia y el país se forja en las aulas»

En la Eucaristía celebrada con los maestros de AIEC, Monseñor Salaverry enfocó su reflexión en la atención de las diversas realidades de los niños y jóvenes con estrategias actualizadas, destacando que «el futuro de la Iglesia y del país se forja en las aulas».

Además, recordó que el compromiso de los maestros «trasciende las tareas administrativas y gestión escolar». El obispo auxiliar de Lima precisó que la misión de los educadores implica «una responsabilidad profunda ante Dios y la sociedad». Y agregó:

Queridos maestros: de este compromiso consciente, depende el futuro del pueblo y de la Iglesia.

Finalmente, Monseñor Salaverry hizo especial énfasis en labor inclusiva de los educadores, atendiendo diversos segmentos de nuestra realidad, especialmente, en los lugares más pobres: «Sensibilizar a los jóvenes y niños implica hacerlo también con los docentes, que deben estar capacitados para asumir este compromiso con verdadera vocación».

En esa misma línea, Sixto Galindo, director de ambas instituciones educativas de nuestra Arquidiócesis, manifestó que los maestros tienen la misión de evangelizar a través de la educación:

«El trabajo de los docentes no pasa desapercibido porque sus frutos se ven reflejado en la sociedad. Quiero agradecerles por cada sesión de aprendizaje, cada gesto de apoyo y cada palabra de aliento que ustedes ofrecen a sus estudiantes. Les aseguro que esto tendrá un impacto duradero», acotó.

En el marco de las celebraciones por el Día del Maestro, Monseñor Carlos Castillo presidió una Eucaristía en Catedral de Lima junto al Movimiento Equipo Docentes del Perú (EDOP). Nuestro arzobispo recordó que enseñar no es lo mismo que transmitir conocimientos, sino que es un acto de amor que hacemos con vocación de servicio.

Monseñor Castillo hizo hincapié en los problemas más apremiantes que debemos superar como sociedad, entre ellos, los prejuicios y la incapacidad de reconocer el valor que tiene cada persona. En ese sentido, la experiencia de los maestros es de vital importancia porque, a través de la pedagogía, acompañan a sus alumnos en un camino paciente y progresivo hacia el descubrimiento de sus capacidades y destrezas.

Este camino de la pedagogía también lo encontramos en Jesús, que nos manifestó que Dios está escondido en la historia y se va revelando progresivamente, acompañando a la humanidad en las situaciones de crisis y educándola desde la realidad. Por lo tanto, la mejor manera de redescubrir a Dios es prestando atención a lo que sucede en nuestro alrededor.

«Mientras que la mayoría de religiones nos dicen que para encontrar a Dios hay que mirar al cielo, la fe cristiana nos dice que podemos rastrear a Dios en la historia, en los acontecimientos, en los problemas y en el sufrimiento de la gente», manifestó el Prelado.

Diálogo y capacidad crítica para recuperar el norte

En otro momento, el arzobispo de Lima recordó que los maestros tienen la misión de promover espacios de diálogo y reflexión que nos ayuden a profundizar las cosas, superando la idea de una educación bancaria y fomentando la capacidad crítica.

«Hemos creado un mundo basado en una racionalidad aparentemente estable y perfecta, pero la racionalidad matemática o científica no es suficiente para resolver la enorme crisis de valores que estamos viviendo. Necesitamos ir al fondo de las cosas para recuperar el norte y volver al fundamento de nuestra humanidad», acotó.

En ese sentido, la Iglesita también se encuentra en ese proceso de renovación para continuar su misión evangelizadora desde la sinodalidad, teniendo en cuenta el aporte de todos.

Vivamos el compromiso de una educación liberadora que propicie una sociedad democrática, inclusiva y fraterna.

Movimiento Equipo Docentes del Perú (EDOP)

La Misa por el Día del Maestro fue concelebrada por el Padre Ernesto Cavassa, el Padre Humberto Boulangé, el Padre Santiago Vallebuona y el Padre Alexander Espitia.

El texto guiará los trabajos de la segunda sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria, prevista del 2 al 27 de octubre. El documento está en continuidad con todo el proceso sinodal iniciado en 2021 y presenta propuestas para una Iglesia cada vez más «sinodal en misión», más cercana a la gente y en la que todos los bautizados participen de su vida. Entre los puntos de reflexión figuran la valorización de la mujer y la necesidad de transparencia y rendición de cuentas.

Fuente: Vatican News

¿Cómo ser una Iglesia sinodal misionera? Esta es la pregunta básica de la que parte el Instrumentum laboris (IL) de la próxima sesión del Sínodo de los Obispos, prevista del 2 al 27 de octubre, la segunda de la XVI Asamblea General Ordinaria, después de la de 2023. El IL -publicado hoy, martes 9 de julio, y presentado en la Oficina de Prensa de la Santa Sede- no ofrece «respuestas prefabricadas», sino «indicaciones y propuestas» sobre cómo la Iglesia, en su conjunto, puede responder «a la necesidad de ser ‘sinodal en misión'», es decir, una Iglesia más cercana a las personas, menos burocrática, que sea casa y familia de Dios, en la que todos los bautizados sean corresponsables y participen en su vida en la distinción de sus diferentes ministerios y roles.

Leer Instrumentum laboris para la segunda sesión del Sínodo de la Sinodalidad

Las cinco partes del documento

El documento está estructurado en cinco secciones: introducción, fundamentos y tres partes centrales. La introducción recuerda el camino recorrido hasta ahora y destaca los hitos ya logrados, como la generalización de la metodología sinodal de la Conversación en el Espíritu. Le siguen los fundamentos (nn. 1-18) que se centran en la comprensión de la sinodalidad, vista como un camino de conversión y reforma. En un mundo marcado por divisiones y conflictos, se subraya, la Iglesia está llamada a ser signo de unidad, instrumento de reconciliación y oído atento para todos, especialmente para los pobres, los marginados, las minorías apartadas del poder.

Valorar a la mujer en la Iglesia 

Los fundamentos dedican también un amplio espacio (n.13-18) a la reflexión sobre el papel de la mujer en todos los ámbitos de la vida de la Iglesia, subrayando «la necesidad de dar un reconocimiento más pleno» a sus carismas y a su vocación. «Dios ha elegido a algunas mujeres para ser las primeras testigos y heraldos de la resurrección», recuerda el IL; ellas, por tanto, «en virtud del Bautismo están en condición de plena igualdad, reciben la misma efusión de dones del Espíritu y están llamadas al servicio de la misión de Cristo». 

Participación y responsabilidad 

En algunas culturas, se desprende del IL, «la presencia del machismo sigue siendo fuerte»; por ello, se pide a la segunda sesión sinodal «una participación más amplia de las mujeres en los procesos de discernimiento eclesial y en todas las fases de los procesos de toma de decisiones» junto con «un acceso más amplio a los puestos de responsabilidad en las diócesis y en las instituciones eclesiásticas», así como en los seminarios, institutos, facultades teológicas y «en el papel de juez en los procesos canónicos». Las sugerencias se refieren también a las mujeres consagradas, para las que se espera «un mayor reconocimiento y un apoyo más decidido» a sus vidas y carismas, junto con «su empleo en puestos de responsabilidad».

Sobre el diaconado femenino continúa la reflexión teológica 

Sobre la admisión de mujeres al ministerio diaconal, el IL informa que es solicitada por «algunas Iglesias locales», mientras que otras «reiteran su oposición» (n. 17). El tema, se señala, «no será objeto de los trabajos» del próximo mes de octubre, por lo que es bueno que «continúe la reflexión teológica». En cualquier caso, la reflexión sobre el papel de la mujer «pone de relieve el deseo de un fortalecimiento de todos los ministerios ejercidos por los laicos», para quienes se pide que «adecuadamente formados puedan contribuir también a la predicación de la Palabra de Dios también durante la celebración de la Eucaristía» (n. 18). 

Parte I – Relaciones con Dios, entre hermanos y entre Iglesias

Tras la introducción y los fundamentos, el IL se detiene en las relaciones (nn. 22-50) que permiten a la Iglesia ser sinodal en la misión, es decir, las relaciones con Dios Padre, entre hermanos y entre las Iglesias. Los carismas, los ministerios y los ministerios ordenados son, pues, esenciales en un mundo y para un mundo que, en medio de tantas contradicciones, busca la justicia, la paz y la esperanza. De las Iglesias locales emerge también la voz de los jóvenes que reclaman una Iglesia no de estructuras, ni de burocracia, sino fundada en relaciones que susciten y vivan en dinámicas y caminos. En esta perspectiva, la Asamblea de octubre podrá analizar la propuesta de dar vida a nuevos ministerios, como el de «escuchar y acompañar». 

Parte II – Caminos formativos y discernimiento comunitario  

Estas relaciones deberán desarrollarse cristianamente a lo largo de itinerarios (n. 51-79) de formación y de «discernimiento comunitario», que permitan a las Iglesias tomar decisiones adecuadas, articulando la responsabilidad y la participación de todos. «El entrelazamiento de las generaciones es una escuela de sinodalidad», afirma el IL, «todos, los débiles y los fuertes, los niños, los jóvenes y los ancianos, tienen mucho que recibir y mucho que dar» (n. 55).

La importancia de la rendición de cuentas 

Pero entre los caminos a seguir se encuentran también aquellos que permiten a quienes tienen responsabilidades eclesiales rendir cuentas con transparencia de sus acciones para el bien y la misión de la Iglesia. «Una Iglesia sinodal necesita una cultura y una práctica de la transparencia y la rendición de cuentas», reza la IL, «que son indispensables para fomentar la confianza mutua necesaria para caminar juntos y ejercer la corresponsabilidad en la misión común» (n. 73). 

Una Iglesia creíble requiere transparencia y responsabilidad 

Recordando a continuación que «la rendición de cuentas por el propio ministerio a la comunidad pertenece a la tradición más antigua, que se remonta a la Iglesia apostólica» (n. 74), el documento de trabajo subraya que hoy «la exigencia de transparencia y rendición de cuentas en y por la Iglesia se ha hecho necesaria como consecuencia de la pérdida de credibilidad debida a los escándalos financieros y, especialmente, a los abusos sexuales y de otro tipo a menores y personas vulnerables. La falta de transparencia y responsabilidad alimenta el clericalismo» (n. 75), que se basa erróneamente en el supuesto de que los ministros ordenados no tienen que rendir cuentas a nadie por el ejercicio de su autoridad. 

Se necesitan estructuras de evaluación 

La responsabilidad y la transparencia, insiste el IL, conciernen a todos los niveles de la Iglesia y no se limitan al ámbito de los abusos sexuales y financieros, sino que afectan también a «los planes pastorales, los métodos de evangelización y la manera en que la Iglesia respeta la dignidad de la persona humana, por ejemplo en lo que respecta a las condiciones de trabajo en sus instituciones» (n. 76). De ahí la petición de «estructuras y formas de evaluación necesarias -entendidas en un sentido no moralista- del modo en que se ejercen las responsabilidades ministeriales de todo tipo» (n. 77). A este respecto, el documento recuerda la necesidad de que la Iglesia garantice, por ejemplo, la publicación de un informe anual tanto sobre la gestión de los bienes y recursos, como sobre el desempeño de la misión, incluyendo «una ilustración de las iniciativas emprendidas en el ámbito de la salvaguardia (protección de menores y personas vulnerables) y la promoción del acceso de las mujeres a puestos de autoridad y su participación en los procesos de toma de decisiones» (n. 79). 

Parte III – Los lugares del diálogo ecuménico e interreligioso  

El IL analiza a continuación los lugares (n. 80-108) en los que toman forma las relaciones y los caminos. Lugares que deben entenderse no simplemente como espacios, sino más bien como contextos concretos, caracterizados por las culturas y los dinamismos de la condición humana. Invitando a superar una visión estática y una imagen piramidal de las relaciones y experiencias eclesiales, el documento de trabajo reconoce más bien su variedad y pluralidad, que permiten a la Iglesia -una y universal- vivir en circularidad dinámica «en los lugares y desde los lugares», sin caer ni en particularismos ni en aplanamientos. Al contrario: es precisamente en este horizonte así delineado donde deben insertarse los grandes temas del diálogo ecuménico, interreligioso y cultural. En este contexto, la búsqueda de formas de ejercicio del ministerio petrino abiertas a la «nueva situación» del camino ecuménico, hacia la unidad visible de los cristianos (n. 102 y 107).

Peregrinos de la esperanza 

Por último, el documento recuerda cómo cada una de las preguntas que contiene quiere ser un servicio a la Iglesia y una ocasión para sanar las heridas más profundas de nuestro tiempo. Por ello, el Instrumentum laboris concluye con una invitación a continuar el camino como «peregrinos de la esperanza», también en la perspectiva del Jubileo de 2025 (n. 112).  

En su comentario del Evangelio de hoy (Marcos 6, 1-6), el arzobispo de Lima destacó la grandeza del Señor para acompañar a la humanidad y promover, pedagógicamente, una educación basada en la reflexión y el compartir experiencias. Por eso, como Iglesia tenemos la misión de no despreciar la sabiduría del pueblo sencillo y escuchar en su clamor al Dios que nos ama y se esconde en la historia.

Leer transcripción de homilía del arzobispo de Lima

Pese a ser despreciado por sus orígenes humildes, Jesús ha querido revelarnos que Dios tiene una opción preferencial por los pobres y marginados, a quienes debemos aprender a escuchar. Estas fueron las palabras de Monseñor Carlos Castillo en su homilía de esta mañana en Catedral de Lima: «Muchas veces, se desprecia lo interesante de las personas, sobre todo, si son sencillas y humildes. Lo mismo ocurrió con Jesús, que fue despreciado en la sinagoga por ser el hijo del τέκτων (tecton = carpintero, técnico), es decir, era visto como alguien de bajo nivel. Los prejuicios no permitían que comprendan la novedad que les trajo el Señor», explicó.

Este es un problema que no vamos a superar mientras se siga descartando la voz de los que viven en el margen. El obispo de Lima indicó que necesitamos aprender de la sabiduría y la experiencia de la gente sencilla para encontrar soluciones justas y aterrizadas. Iniciativas como el vaso de leche y las ollas comunes muestran cómo la sabiduría popular puede resolver problemas significativos.

Nuestro pueblo tiene una sabiduría que es casi divina porque se organiza para solucionar realmente los problemas. Ojalá todos tuviéramos esa capacidad de escuchar y no contagiar el desprecio.

En otro momento, Monseñor Carlos sostuvo que la Iglesia también tiene un rol importante en los procesos de diálogo y escucha que debe haber con las comunidades. Sin embargo, a veces nos preocupamos más en enseñar la doctrina que en practicar el método pedagógico de Jesús, que enseñaba con ejemplos, acercándose a la gente y alentándola: «Nos han hecho creer que no tenemos nada que aportar y solamente hay que amoldarnos a lo que se nos manda. En vez de conversar, en vez de suscitar la iniciativa del pensamiento crítico, solamente hemos formado catecismalmente», advirtió.

La vida es compleja y se requiere algo más que una educación bancaria. Necesitamos desarrollar libremente el pensamiento, la opinión, ponernos de acuerdo y avanzar juntos.

El arzobispo de Lima reiteró su invocación a valorar las distintas iniciativas que se vienen preparando para tratar de resolver los problemas con amistad, con perspicacia y mirando hacia el futuro. Y acotó: «El Papa ha dicho que la Iglesia es constitutivamente sinodal y todos tenemos que aprender a participar».

En el marco de las celebraciones por el Día del Maestro, el Primado del Perú hizo un llamado a recordar a nuestros maestros no por su rigidez, sino por su capacidad de enseñarnos a comprender, reflexionar y amar. Y siguiendo el ejemplo de Jesús, el Gran Maestro, acompañemos a las nuevas generaciones que son la esperanza del país. «Dios nos bendiga a todos en esta misión de enseñar y aprender con amor y sabiduría», recalcó el Prelado.

La Eucaristía de este domingo XIV del Tiempo Ordinario contó con la participación de la comunidad Uniendo generaciones y las OSB. El acompañamiento musical estuvo a cargo del Coro Juvenil Arquidiocesano de Lima.

Escribe: Jessica Laurente

El Día del Maestro en nuestro país se celebra cada 6 de julio, fecha dedicada a honrar la importante labor y el servicio de miles de docentes que, a pesar de los múltiples desafíos que enfrentan a diario, se esfuerzan por reducir la brecha educativa y formar a nuestros niños, niñas y adolescentes.

Al respecto, Su Santidad, el Papa Francisco señaló que los educadores son “testigos que entregan sus convicciones y compromiso con la vida de la juventud”. Además, destacó la necesidad de incluir la fraternidad como contenido de enseñanza. “Quiero proponer a los educadores que añadan un nuevo contenido en la enseñanza: la fraternidad. La educación es un acto de amor que ilumina el camino para que recuperemos el sentido de la fraternidad, para que no ignoremos a los más vulnerables”.

De esta manera, nuestra Iglesia de Lima rinde homenaje a todos nuestros maestros y maestros peruanos, especialmente a aquellos que forman parte de la Asociación de Instituciones Educativas Católicas (AIEC) Lima y la Oficina de Educación Católica (ODEC) Lima.

María Espinoza: “Los docentes dejan huella en la vida de sus estudiantes”

María Espinoza Cáceres, subdirectora pedagógica del colegio parroquial San Juan María Vianney en el distrito de Magdalena y miembro de la AIEC Lima, comentó que su vocación surgió desde muy joven: “Mi inspiración inició desde niña cuando acompañaba a mi padre en sus actividades, compartiendo lo poco que sabía con los demás, desde enseñar reglas básicas del ajedrez, colaborando con sus amistades o dando algunas guías en razonamiento matemático”.

De este modo, la subdirectora del colegio San Juan María Vianney continuó su trayectoria como educadora, cultivando su creatividad para perfeccionar su vocación de servicio en busca de la excelencia y la mejora continua. Para ello, se especializó en temas relacionados con la Inteligencia Artificial.

Los beneficios de la Inteligencia Artificial para un docente son múltiples, porque nos permiten obtener información básica de tareas, filtrar información para un mayor análisis de la calidad de esta, y comprender y ser parte del mundo digital en el que viven nuestros estudiantes, simplifica algunas de nuestras tareas, pero no reemplaza nuestra labor educativa”, remarcó Espinoza Cáceres.

En ese sentido, Espinoza Cáceres ha brindado talleres de capacitación a los docentes de su institución sobre el uso de la inteligencia artificial (IA) en su labor, buscando que los docentes utilicen la IA para crear instrumentos de evaluación de manera más eficiente, promover su pensamiento crítico para permitirles mejorar y juzgar la información generada por esta tecnología.

En esta fecha especial, la subdirectora del colegio San Juan María Vianney destacó que «un docente se caracteriza por su vocación de servicio». Siguiendo el ejemplo de Jesús y María, los docentes cultivan el deseo de ayudar y dejar una huella positiva en la vida de sus estudiantes, contribuyendo a su crecimiento personal e inspirándolos con su ejemplo.

Begoña Bacacorzo: “Comprometerse con la educación inclusiva, y desarrollar habilidades blandas”

Begoña Bacacorzo Díaz, coordinadora de la Oficina de  Educación Católica – ODEC Lima, fue inspirada a seguir la carrera en Educación por la devoción y entusiasmo de sus padres, ambos educadores: “Desde pequeña, admiraba su dedicación, lo que me llevó a interesarme en el mundo de la educación. Al conocer la espiritualidad salesiana y a Don Bosco, definí mi vocación docente y me especialicé en Psicología y Ciencias Religiosas, así como en la intervención con niños y adolescentes con trastorno del espectro autista y trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

Bacacorzo Díaz se especializó en este tipo de intervención, comentando que es su “mayor satisfacción” al propiciar que “los niños neurodiversos puedan potenciar sus fortalezas, desarrollar sus habilidades comunicativas, sociales y cognitivas, sintiéndose valorados en su propia individualidad y mejorar su autonomía”.

De esta manera, la profesional en Educación destacó que este trabajo se realiza a través de estrategias orientadas para cada estudiante, las cuales se implementan de acuerdo a sus necesidades específicas, respetando sus tiempos, con metas alcanzables, proporcionándoles estímulos y fomentando su autoestima, procurando actividades lúdicas y utilizando recursos diversos como apoyos visuales, evitando distractores, dándole instrucciones claras y breves y dosificando las tareas o ejercicios que se le brinden.

«Tuve una experiencia muy significativa con Fabián, un niño de 4 años que buscaba terapia de lenguaje. No hablaba, evitaba el contacto visual, hacía rabietas y tenía dificultades para permanecer sentado. Asumí el reto con mucha ilusión y trabajamos juntos durante casi 3 años, junto con su familia y maestra. Fabián empezó a hablar, autorregularse y relacionarse positivamente con otros niños. Luego, aprendió a leer y escribir, mostrando talentos en la música y el baile. Aunque el proceso fue desafiante, los resultados fueron muy gratificantes”, sostuvo Begoña.

En el Día del Maestro, Begoña Bacacorzo subrayó la importancia de “apasionarse por la vocación docente, comprometerse con la educación inclusiva, y desarrollar habilidades blandas” para conectar empáticamente con los estudiantes. También enfatizó que “el maestro es siempre un referente para sus estudiantes”, por ello, la necesidad de un liderazgo motivador que promueva el desarrollo personal y la confianza de los alumnos para que puedan enfrentar los desafíos del mundo.

“El Papa Francisco resalta que educar “es un acto de esperanza en quien tenemos delante, en el horizonte de su vida, de sus posibilidades de cambio y de contribución a la renovación de la sociedad”. Tenemos una gran tarea, se nos ha confiado la parcela más importante de la viña del Señor: los jóvenes, y debemos prepararnos para asumirla con decisión, amor y responsabilidad”, culminó.

Cada vez más cerca de la Jornada Arquidiocesana de la Juventud 2024, la «Cruz de los Jóvenes» continúa su peregrinaje por las parroquias de nuestra Arquidiócesis. Ahora le tocó el turno a las comunidades juveniles de la Vicaría V.

En el mes de junio, la Cruz peregrina inició su recorrido en la Parroquia Nuestra Señora del Buen Consejo. Aquí fue recibida con alegría, cánticos y alabanzas por parte de la comunidad parroquial, culminando con una misa comunitaria. Además, como gesto de unión y fraternidad, los jóvenes organizaron un compartir en compañía del P. Rodolfo Silva, vicario episcopal de la Vicaría de la Juventud.

A la semana siguiente, la «Cruz de los Jóvenes» llegó a la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en el distrito de La Victoria. La Cruz llegó a presidir un momento de oración en una jornada organizada por los jóvenes de la parroquia. Así, disponiendo el corazón con mucha fe y esperanza, compartimos la celebración de la Santa Misa.

En su visita a la Parroquia San Francisco de Borja, la Cruz peregrina fue recibida por los jóvenes en la celebración de la Santa Misa. En ella se vivieron momentos de unidad, fraternidad y comunión junto al P. Hermes Cama, Asesor de la Pastoral Juvenil Parroquial. Al finalizar, la comunidad compartieron un momento de integración junto a la delegación de la Vicaría de la Juventud que acudió.

Finalmente, la Cruz peregrina llegó a la Parroquia Santísimo Nombre de Jesús en el distrito de San Borja. Previo a la celebración de la Santa Eucaristía, la Cruz peregrina acompañó a los jóvenes del decanato 9 ,en la Jornada Juvenil Decanal llamada “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”, desarrollada en el Colegio Santísimo Nombre de Jesús. En este encuentro, los jóvenes vivieron momentos de oración y reflexión, además de momentos de integración y dinámicas.

De esta manera, concluyó el peregrinaje de la «Cruz de los Jóvenes» en la Vicaría V. Desde el 30 de junio, la cruz se encontrará recorriendo la Vicaría VII – Decanato 12.

Este 5 de julio iniciará la atención del primer consultorio jurídico parroquial inaugurado gracias a la alianza estratégica entre el Arzobispado de Lima y la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. «El Buen Samaritano» atenderá tres veces por semana en la Parroquia La Encarnación (Cercado de Lima).

En una emotiva ceremonia fue inaugurado el consultorio jurídico «El Buen Samaritano», que ofrecerá asesoramiento legal en temas de derecho alimentario y conflictos familiares de manera gratuita. Durante el acto inaugural, Monseñor Guillermo Cornejo, obispo auxiliar de Lima, destacó la importancia de brindar este tipo de apoyo a las comunidades de bajos recursos de nuestra Arquidiócesis.

Guillermo Cornejo saludó el gesto solidario de los estudiantes de la Facultad de Derecho y Ciencia Política, quienes entregarán su tiempo y conocimientos de manera voluntaria para acompañar los procesos de muchas familias: «El Señor les va a devolver el ciento por uno, no solamente con gracias materiales, sino también con gracias espirituales”, expresó.

Por su parte, el Dr. Víctor Toro Llanos, decano de la Facultad de Derecho de la UNMSM, señaló que el objetivo de este consultorio es “brindar asesoría legal gratuita a los miembros de la comunidad de escasos recursos, ayudando a superar las barreras económicas que impiden el acceso a la justicia”. También remarcó la importancia histórica de los lazos entre la universidad de San Marcos y la Iglesia Católica, destacando el compromiso de los egresados de su facultad por hacer realidad este proyecto.

La inauguración de este consultorio es un paso inicial en una serie de tres centros planeados, con el propósito de extender la asistencia legal a diversas localidades.

El decano de San Marcos indicó que el enfoque de la atención de los consultorios jurídicos no solo se limitará a resolver consultas, sino a dar seguimiento a los casos, especialmente, en situaciones urgentes como el caso de demandas de alimentos y conflictos familiares.

El Padre Alfonso Julián, párroco de La Encarnación, explicó que esta iniciativa representa una oportunidad y un acceso a la justicia para las poblaciones más vulnerables. Por ello, agradeció a todas las instituciones comprometidas en la “construcción de una sociedad más equitativa y en paz”.

Durante el evento, se anunció la apertura de un segundo consultorio jurídico en la Parroquia Virgen de Lourdes, en Chorrillos, el próximo 12 de julio.

Fechas y horarios de atención del consultorio jurídico gratuito

Desde este 5 de julio, el consultorio jurídico parroquial «El Buen Pastor» atenderá al público los lunes y miércoles, de 9 am. a 1 pm. y de 3 pm. a 6 pm. La atención será gratuita y por orden de llegada.

Desde el Arzobispado de Lima agradecemos profundamente el apoyo desinteresado de los estudiantes voluntarios de la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNMSM.

En el domingo XIII del Tiempo Ordinario, Monseñor Carlos Castillo hizo un llamado a dejarnos interpelar por la «fuerza amorosa y renovadora del Señor» que sana nuestras heridas más profundas, alienta a desarrollar nuestra vida y nos levanta para responder a los situaciones complejas con madurez, prudencia y sabiduría.

Leer transcripción de homilía de Monseñor Castillo

Al inicio de su Homilía, el Arzobispo de Lima afirmó que, como señala el libro de la Sabiduría, «Dios no creó la muerte», sino que nuestros errores humanos y el deseo de poseerlo todo nos conducen a la auto-condena. A pesar de nuestros pecados, el amor gratuito del Señor nos permite redimirnos de esos males y liberarnos de la muerte.

El Prelado también explicó que la muerte no solo se manifiesta físicamente, sino en formas de depresión, maltratos y desprecios. «A veces, nos apresuramos y no somos capaces de reconocer que la vida requiere ser vivida con paciencia, ponderación, con orden y reflexión», sostuvo.

En ese sentido, el Evangelio de hoy (Marcos 5,21-43), es una oportunidad para comprender cómo el Señor está siempre atento a desarrollar vida en nosotros y nos llama a comunicarla a través del servicio y el sentido de responsabilidad. Esto fue lo que sucedió con la mujer enferma que tocó el manto y la hija de Jairo.

La fuerza amorosa del Señor sana nuestras heridas y nos renueva

En el primer caso, la mujer que sufría de flujo de sangre creía fervientemente que podía curarse con tan solo tocar el manto del Señor. Al atreverse a hacerlo, Jesús reacciona y se voltea porque «ha sentido una fuerza inagotable que sale de Él, una fuerza renovadora de santidad y una fuerza amorosa que sana, que ayuda a la gente y la alienta».

“¿Quién me ha tocado?”, pregunta el Señor a la multitud, y ella decide acercarse humildemente a contar lo que ha pasado. Monseñor Carlos destacó aquí otro gesto importante de Jesús: «quiere escuchar nuestro clamor» y «nos comuniquemos con Él dejando que salga todo lo que cargamos, nuestros dolores y sufrimientos». El arzobispo dijo que la Iglesia también está llamada a escuchar permanentemente el clamor de la gente, a dejarse «tocar» e interpelar por sus cuestionamientos y necesidades.

Al manifestar lo que le había ocurrido, la mujer no solo se había restablecido del flujo de sangre que padecía, también había «restablecido su capacidad de ser persona», porque ha hablado en público en una época de censura hacia la mujer. «La mujer tiene un lugar digno en la historia que no podemos acallar. Tenemos que superar el machismo y la violencia que existen en nuestra sociedad y silencian la vida de tantas mujeres en nuestro país y en el mundo», exhortó.

Resucitar es también levantar a la persona y alentarla

En el segundo caso está la hija de Jairo que, a sus doce años, había «muerto». Sin embargo, cuando el Señor llega a verla expresa lo siguiente: “Está dormida, no está muerta”. ¿Por qué Jesús dice estas palabras? El arzobispo Castillo indicó que, en la cultura hebrea, los doces años era una edad marcada por la responsabilidad y el compromiso matrimonial.

«Es probable que a la muchacha le vino una de esas depresiones terribles porque fue emparejada con alguien que no quería y, entonces, se «echó a morir». Pero el Señor quiere que todos maduremos, inclusive, siendo pequeños, y sigamos nuestros procesos de vida. Jesús no solamente quiere nuestra resurrección después de la muerte, también quiere que resucitemos ahora, levantándonos de nuestros problemas, alentando y creciendo», reflexionó el Prelado.

“Muchacha, a ti te digo, ¡levántate!”, es la respuesta del Señor. Y detrás de estas palabras hay un llamado a suscitar la inteligencia para responder a los desafíos de la vida sin apresuramientos ni engreimientos, sino aprendiendo a escucharnos entre todos y buscar una solución juntos a las dificultades.

Antes de la bendición final, nuestra Vicaría de la Juventud compartió el logotipo elegido para la nueva edición de la Jornada Arquidiocesana de la Juventud 2024, próxima a celebrarse el 10 y 11 de agosto. Para este año, el lema elegido será: «Joven de esperanza, unidos en acción y alegres en la misión».

La Eucaristía de este domingo contó con la asistencia de la Congregación Hermanas del Amor de Dios; la Hermandad de Oración a «Jesús Nazareno» de Ayacucho Residentes en Lima; y los jóvenes de la Parroquia San Francisco de Asís de la Tablada de Lurín.

Participaron como concelebrantes el Padre Rodolfo Silva, vicario de la Vicaría de la Juventud; y el Padre Juan Anderson.

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