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Cada 26 de agosto se celebra el Día del Adulto Mayor en el Perú, fecha para conmemorar el valioso aporte y legado de las generaciones mayores, que son signos vivos de la benevolencia del Dios amoroso que otorga vida en abundancia.

En reiteradas ocasiones, el Papa Francisco nos ha recordado que los ancianos son un regalo para el futuro de la humanidad, porque gracias a sus caricias «hemos vuelto a levantarnos y hemos reanudado el camino, nos hemos sentido amados y sanados por dentro». Por lo tanto, su voz profética y sabiduría deben atesorarse como el camino para reabrir un futuro más esperanzador.

En ese mismo espíritu, la Iglesia de Lima reconoce la presencia de los adultos mayores en la vida de nuestra sociedad. Y hoy queremos compartir el conmovedor mensaje de cuatro hermanos y hermanas que nos emocionan con sus palabras.

Gilmer Torres: “Llevamos la memoria de nuestra generación y de nuestro pueblo”

A sus 74 años, Gilmer Torres Ruiz es un artista peruano que ha marcado a muchas generaciones. Compositor de canciones emblemáticas como ‘El Profeta’, Torres Ruiz se ha desempeñado como docente y cantante. Ahora, se dedica como colaborador en el Apostolado de Rosario en Familia.

«Uno, a veces, suele decir que los tiempos de antes fueron mejores. Yo creo que es cuestión de ubicarse en su tiempo y encontrar las cosas buenas de cada época. Nuestra vida como adulto mayor vale la pena», indicó el cantautor.

Por eso, el diálogo intergeneracional es importante para compartir este «tesoro de la sabiduría de los adultos mayores». Lamentablemente, Gilmer reconoce que hay un maltrato hacia las personas mayores: «Tal vez no ha llegado mucho a la consciencia de las nuevas generaciones y no se percatan que, finalmente, es una etapa a la que todo el mundo va a llegar», aseveró.

«Los adultos mayores llevamos la memoria de nuestra generación, de nuestro pueblo. Si la memoria de nuestro pueblo no se mantiene, ni se sostiene o cuida, entonces, pierde su identidad. Y cuando no hay memoria, no hay identidad», advirtió.

Carmen Huapaya: “Merecemos respeto. No ser tratados como niños”

Con más de 20 años de experiencia, Carmen Huapaya Toledo se desempeña actualmente como auxiliar contable en la Catedral de Lima. A sus 69 años, ‘Charito’, como le dicen de cariño, reconoce que extraña las cosas que podía hacer cuando era joven: «Me siento limitada en algunos aspectos: no poder correr como antes o ir a reuniones. Sin embargo, a mi me gustaría seguir trabajando porque aún tengo la capacidad de hacerlo. Esto es un reto para mi vida», expresó.

A pesar de sus limitaciones, Carmen Huapaya considera que los adultos mayores no deben ser tratados como niños: «merecemos más respeto y más confianza, necesitamos que nos den nuestro espacio para continuar desarrollándonos», acotó.

Antes de despedirse, ‘Charito’ nos pidió que compartamos este mensaje con las próximas generaciones: «Que sigan sus sueños, que no se aparten de estudiar, que tengan una profesión y no se olviden de los valores, porque eso es muy importante para salir adelante».

Augusto Choy: “Una real acogida y reconocimiento al adulto mayor”

Para Augusto Choy, «aprender a tener paciencia y perseverancia» es la lección más importante que rescata de sus 63 años de vida. Una buena parte de esos años han ido a parar en el Arzobispado de Lima, donde se desempeña como cajero en la Oficina de Contabilidad y Tesorería.

Agradecido por los esfuerzos de nuestra sociedad por reconocer el aporte de los adultos mayores, Choy considera que este reconocimiento debe hacerse extensivo en todas las prácticas de la vida: en el trabajo, en la calle, en el transporte público y en el hogar. «Debe haber una real acogida al adulto mayor, un reconocimiento a la dedicación de tantos años de vida y su contribución al desarrollo del país», afirmó.

Estela Linares: “Tenemos mucha sabiduría para compartir”

Felicitas Estela Linares, de 83 años, es miembro de la comunidad de Sant’Egidio Perú. Dedicada en vida a la sociología y el periodismo, Felicitas se acongoja cuando recuerda que no puede volver a tocar el piano: “Si alguna vez tuviera la oportunidad, me gustaría poder volver a tocar la música. Ahora no puedo hacerlo porque mies pies ya no se mueven bien», confesó.

«De mi juventud, echo de menos el afecto, el amor. Yo he sido una persona muy enamorada, enamorada de todo», ha expresado Estela Linares. Y, aunque sus limitaciones físicas le impiden continuar explorando su pasión por la música, ella sabe que aún hay muchas razones para vivir en esperanza: «Tenemos mucha sabiduría para compartir con los jóvenes. Tenemos la responsabilidad de compartir lo que sabemos para soñar juntos un futuro mejor», precisó.

El último fin de semana, la Comisión de Fe y Cultura de nuestra Arquidiócesis organizó el recorrido peatonal: «Espacios devocionales en honor a Santa Rosa de Lima», con el propósito de acercar la figura de la santa patrona a través de los lugares históricos de nuestra ciudad de Lima (algunos de ellos datan desde el virreinato). Este encuentro cultural formó parte de las actividades del Plan Pastoral 2023.

Desde muy temprano, decenas de personas se congregaron en el Centro Histórico de Lima para vivir el recorrido peatonal en honor a Santa Rosa, a cargo de los historiadores Ybeth Arias Cuba (docente de la UNMSM) y Juan Antonio Carrillo Retuerto (responsable de proyectos de digitalización el Archivo Arzobispal):

Durante el desarrollo del recorrido, se visitó la casa donde vivió Santa Rosa, en el jirón Conde de Superunda (actualmente forma parte del Santuario Santa Rosa de Lim). Otra de las paradas tuvo lugar en la Parroquia San Sebastián (donde la santa peruana fue bautizada) y la Casa de La Riva (en donde se conserva una capilla con una escultura de Santa Rosa del siglo XVIII).

El recorrido continuó con la visita a la Basílica Nuestra Señora del Rosario, de la orden Dominica (al interior de este convento se encuentra enterrada Santa Rosa). Lo mismo ocurrió en el Monasterio Rosa de Santa María, lugar donde falleció nuestra santa. Por último, se visitó la Casa de Ejercicio Espirituales Santa Rosa de Lima, donada al Cabildo Metropolitano por Rosa Catalina Vásquez y Peralta en 1810 (la casa cuenta con una capilla que conserva un altar de estilo neoclásico elaborado por el presbítero Matías Maestro en 1813).

Sobre historiadores

La Dra. Ybeth Arias ha escrito diversos artículos sobre la santa limeña y su tesis doctoral está también dedicada al culto de Santa Rosa en las ciudades de Lima y México en los siglos XVII y XVIIII.

Por su parte, el historiador Juan Antonio Carrillo viene realizando investigaciones sobre la ciudad de Lima y las redes comerciales en el siglo XIX.

Del 14 al 18 de agosto, los hermanos franciscanos capuchinos vivieron su asamblea fraternal en la Parroquia “Cristo Salvador” de Chama, en el distrito de Surco. Este año, el encuentro anual se desarrolló en el marco de los 75° años de presencia en el Perú, y estuvo marcada por dos momentos especiales: la Eucaristía junto a toda la comunidad y delegaciones de las fraternidades y la romería; y la Santa Misa en el Cementerio de Chorrillos, recordando a los hermanos que dieron su vida en estas tierras.

Asamblea anual y temas de formación

La Asamblea fraternal de los hermanos franciscanos capuchinos se desarrolló, en sus primeros días, con el abordaje de diferentes temas de formación permanente, algunos propios del carisma y otros abocados al trabajo pastoral y vocacional. También se dio espacio para la evaluación del camino avanzado en la Iglesia durante estos años.

Han pasado casi 75 años desde que un 25 de septiembre de 1948, seis hermanos provenientes de la Provincia capuchina de Génova, Italia, llegaron al Perú a pedido del Nuncio Apostólico de esa época (Monseñor Fernando Cento). Estos seis hermanos fueron: León Benavides, Casimiro Cánepa, Emerico Repetto, Donato Gabella, Domingo Capponi y Juan Benito.

Desde entonces, los hermanos desplegaron una gran labor pastoral, primero en Chorrillos, luego en Chama, en Paramonga al norte de Lima, en la Mejorada en Huancavelica y en Arequipa. De igual modo, sirvieron en las zonas misioneras de la selva, en el Estrecho y alrededores. Cabe destacar también la obra llamada “Ciudad de los Niños”, que se mantiene hasta el día de hoy y que inició cuando San Juan de Miraflores era solo un arenal.

En los días de la asamblea se recordó todo el trabajo de los primeros hermanos franciscanos capuchinos en el Perú, sobre todo, su fidelidad al carisma y empeño en seguir las indicaciones del Concilio Vaticano II.

Hace quince años, el gobierno general de la Orden pidió a la ya Provincia peruana, que llevase el carisma capuchino a la vecina Bolivia, único país de la región que no contaba con la presencia capuchina.

Misa por aniversario

Uno de los momentos más especiales tuvo lugar el pasado jueves 17 de agosto, con la Eucaristía en acción de gracias por los 75 años de presencia en el Perú. La misa contó con la presencia de los obispos auxiliares de Lima: Monseñor Ricardo Rodríguez y Monseñor Juan José Salaverry.

La Eucaristía fue presidida por Monseñor Salaverry en su calidad como Delegado del Arzobispo de Lima y Presidente de la Comisión episcopal para la Vida consagrada. En su homilía, el obispo auxiliar destacó algunos puntos del recorrido realizado por los franciscanos capuchinos, haciendo hincapié en la fraternidad y la entrega apostólica de todos los hermanos.

Monseñor Juan José agradeció, en nombre de la Iglesia del Perú, al hermano Luca Simoncini, actual Provincial de Génova, el haber respondido positivamente hace 75 años a ese llamado, que con el tiempo se ha revelado fructífero, con la gracia de Dios.

Luego de la celebración, los hermanos participaron de un breve homenaje preparado por la comunidad parroquial, con algunos números artísticos, la lectura de una breve reseña y un brindis de honor.

En memoria de los que partieron

Finalmente, en el último día de Asamblea, los hermanos franciscanos capuchinos se congregaron en el Cementerio de Chorrillos para celebrar la Misa de Clausura. En la Eucaristía se agradeció a Dios por la vida de todos los hermanos que han pasado en estos 75 años, entregando generosamente su vida en estas tierras.

Más de un millón y medio de jóvenes se congregaron en el corazón de Lisboa para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud 2023. Hasta aquí acudieron delegaciones de distintas partes del mundo para vivir, junto al Papa Francisco, toda una semana de peregrinación bajo el lema: «María se levantó y partió sin demora” (Lc 1, 39)».

Y la Iglesia de Lima también se hizo presente en la JMJ 2023, con la participación de grupos parroquiales juveniles de nuestra Arquidiócesis. A continuación compartimos sus testimonios y experiencias vividas:

Nadine Gutiérrez: “El Papa nos recordó que no debemos tener miedo”

Nadine Gutiérrez es una joven de 23 años que participa en la Parroquia La Virgen Medianera, del distrito de Cercado de Lima. Ella nos comentó que la idea de viajar a Portugal surgió después de la enriquecedora experiencia que vivieron los jóvenes de su parroquia en la JMJ Panamá 2019:

“El costo del viaje lo financié con los ahorros de mi trabajo, del trabajo de mis padres y con las actividades económicas que realizábamos en mi capilla, como bingos, tómbolas y desayunos. Todo eso permitió llegar a la meta”, señaló Gutiérrez.

Junto a Nadine, una delegación juvenil de la parroquia acudió a Lisboa para conocer a jóvenes de todas partes: “Mi experiencia en la JMJ 2023 fue extraordinaria, porque pude estar presente en misas de varios idiomas y escuchar charlas de temas muy interesantes. Como algunas de las charlas eran en inglés, ayudé a los compañeros de mi comunidad con la traducción al español para que puedan comprender lo que se decía. Eso me hizo sentir un instrumento de Dios para ayudar a compartir su mensaje», expresó emocionada.

Entre los momentos más memorables, Nadine Gutiérrez recuerda la Misa de clausura con el Santo Padre: «El Papa nos recordó que no debemos tener miedo. Para mi, no tener miedo significa despojarme de la vergüenza, del miedo al qué dirán, y superar las barreras que muchas veces nosotros mismos nos ponemos y nos impide compartir el Evangelio con otros jóvenes”, indicó.

Gonzalo Lora: “Jóvenes de todo el mundo hermanados por la fe”

Gonzalo Lora es un joven universitario, miembro de la Pastoral Juvenil de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, en el Cercado de Lima. Después de su experiencia en la JMJ Panamá 2019, decidió organizarse con su comunidad para ser parte de esta nueva edición.

A través de actividades y el apoyo de sus familiares, los jóvenes lograron costear sus tickets de vuelo y estadía en Lisboa. «En algunos casos, hicimos ventas de garaje, anticuchadas, polladas y otras actividades que nos permitieron recaudar fondos. También agradecemos mucho el gran apoyo de nuestra comunidad parroquial, que siempre estuvo dispuesta a aportar con su granito de arena”, contó.

Ya en Portugal, Lora recordó lo que significó estos días de encuentro juvenil y cultural con personas de todo el mundo: “Fue muy inspirador ver a jóvenes de diferentes nacionalidades hermanados por la fe, pero algo que llamó mi atención fue el trato de los voluntarios de la JMJ 2023, quienes en todo momento fueron muy serviciales y generosos. Uno podía sentir que todo lo que se hacía era hecho con amor», reveló.

Ahora en Lima y junto a su comunidad parroquial, Gonzalo tiene algunas reflexiones que quiere compartir con todos los jóvenes de nuestra Arquidiócesis: “La JMJ ha sido un recordatorio del gran amor que Dios tiene por nosotros, sus hijos. Y este amor no debe quedarse estático, sino que nos invita a movernos para evangelizar y transmitir la fe, iluminar a los demás”.

Arturo Alcos: “La Iglesia está más viva que nunca»

Quien también estuvo por Lisboa fue el Padre Arturo Alcos, responsable de la parroquia Santa Magdalena Sofía Barat, del distrito de El Agustino. Su breve paso por Europa coincidió con la JMJ 2023, y no dudó en compartir la impresión que le dejó ver la alegría desbordante de más de millón y medio de jóvenes:

“Ver jóvenes de distintos países enarbolando sus banderas, cantando, rezando el rosario, algunos danzando alegremente, es sentir a nuestra Iglesia más viva que nunca. A pesar de las dificultades, la Iglesia está más viva que nunca”, afirmó.

El Padre Alcos aseguró que “escuchar gritar a los jóvenes en un solo idioma: ¡Esta es la juventud del Papa!, nos hace soñar en esa generación que continuará acompañando a la Iglesia». Por ello, estos días en la JMJ han sido muy inspiradores, porque, «como sacerdote, me he llenado de fe y esperanza. Hay toda una generación muy activa, viva y dinámica, y los jóvenes fueron los protagonistas de este encuentro”.

Yukio Samamé: “Sin conocernos, vivimos a Cristo en la reflexión y la acción”

Finalmente, compartimos el testimonio de Yukio Samamé, coordinador de la Pastoral Juvenil de la Parroquia San Josemaría Escrivá de Balaguer, en el distrito de San Borja.

Samamé fue uno de los convocados a participar en el viaje a Lisboa y vivir la Jornada Mundial de la Juventud por primera vez en su vida. Al igual que otras comunidades, los jóvenes se organizaron para costear sus pasajes y gastos de estadía. Una vez emprendido el viaje, Yukio confesó sentirse muy emocionado al encontrarse con una marea humana de jóvenes:

“El corazón me saltaba de alegría al encontrarme con gente que comparte a Cristo en sus vidas. Fue muy emocionante compartir estos días con jóvenes de diferentes países, porque sin conocernos, siendo de diferentes lenguas, vivíamos a Cristo, desde la reflexión, la acción y la Eucaristía”.

Entre los momentos más memorables, Yukio Samamé destacó las palabras del Papa Francisco: ¡Joven, sé igual que Cristo y María! «Creo que este es un llamado a que los jóvenes seamos proactivos, capaces de ir contracorriente, sobre todo, en estos tiempos difíciles. Es un llamado a acoger al prójimo con amor, recordando que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece», comentó.

La Iglesia universal celebra cada 23 de agosto, la memoria litúrgica de Santa Rosa de Lima, virgen, Terciaria Dominica, la primera Santa canonizada del Nuevo Mundo, declarada la patrona del Perú, de América, de las Indias y de Filipinas.

En el año 2017, nuestro arzobispo de Lima, Monseñor Carlos Castillo, publicó un artículo titulado: «Rosa de Lima, enraizamiento y misticismo». El documento que compartimos de manera digital, nos presenta una honda reflexión teológica acerca de la figura mística de Santa Rosa de Lima, santa peruana que vivió entre los siglos XVI y XVII.

En la primera parte de este artículo encontraremos los elementos de contexto social, humano y religioso de la Lima de Santa Rosa. A la luz de valiosas investigaciones históricas y antropológicas de fines del siglo pasado e inicios del presente siglo, podemos descubrir que Lima era una ciudad opulenta y frívola, carente de sentido humano y «triste».

Descarga aquí el texto completo: Rosa de Lima, entre el enraizamiento y el misticismo

En la segunda parte, se precisa, a partir de estos elementos, algunos escritos de Rosa e investigaciones sobre ella, el tipo de misticismo que vivió: misticismo criollo de servicio, es decir, un criollismo servidor de Jesucristo en los indios.

Lima en tiempos de frivolidad e indiferencia.

¿Qué había ocurrido? Había acontecido una crisis, «una crisis producto de situaciones muy graves que le tocó vivir a Rosa de Lima». Por este tiempo, las ambiciones pecuniarias de los españoles y criollos conllevaron a que se cometan «graves injusticias», sometiendo a pueblos indígenas a «largos males, confiscando sus tierras, y pretendiendo la perpetuidad de la propiedad indígena. Los hicieron trabajar en sus haciendas y los obligaron al trabajo forzado de las minas».

Lima era una sociedad «rica hasta el hartazgo», sin otro propósito de la riqueza por la riqueza, ausente de sentido, «especialmente de sentido humano con las poblaciones indias y negras».

Ante esta dificultad, Rosa decidió hacer experiencia y aceptó vivir su condición de criolla «con ojos y corazón abiertos e interpelados por los pobres indios y negros, en quienes percibió la presencia de su amado Esposo Jesús». Así, Rosa «encarnó una defensa de los indios en su vida cotidiana y en su religiosidad, promoviendo una forma de inculturación del evangelio que dura hasta hoy».

Rosa desarrolló una sensibilidad de mujer laica, criolla y creyente desde su ser, siendo consciente de lo que acontecía en el contexto limeño.

Uno de los sectores limeños más golpeados fueron las mujeres, que ya desde antes, en el siglo XVI «habían sido prohibidas de usar saya y manto –las tapadas– y en varias oportunidades, en el siglo XVII fueron humilladas con muy diversos maltratos».

La santidad profunda de Rosa de Lima.

«Una santa es un don de Dios que emerge mediante la fe y la inspiración espiritual, en medio de circunstancias complejas, es decir, un don enraizado». En ese sentido, Rosa «se dejó interrogar por las circunstancias en medio de las cuales agudiza su vivir en enamoramiento pleno, semejante al artista, al poeta, al músico, al pintor, que expresan su vocación en cada gesto, en cada verso, en cada nota, en cada línea y color».

«Un místico es un sensor de Dios en el mundo complejo. Ese es el caso de Rosa, quien, sin vivir a espaldas de la realidad, sintió sus golpes y sus esperanzas en lo hondo del alma»

Rosa fue servidora para mostrar el rostro servidor en un mundo de injusticia y maltrato hacia los indios y negros. Por eso decimos que se «identificó hondamente con los cristos azotados del Perú».

«En medio de esta difícil y compleja realidad Rosa se atrevió a «sentir a Dios». Dios era para Rosa lo que sugiere en un poema César Vallejo: «mustia un dulce desdén de enamorado, debe dolerle mucho el corazón». En efecto, Rosa sentía a Dios como su amado y a este en los indios»

Caritas Lima. Se llevó a cabo el encendido inaugural de la primera de las «20 Cocinas Mejoradas» que se construirán en los distritos del Rímac, Chorrillos, Cieneguilla y Pachacamac (Manchay), en el marco del convenio de cooperación entre la Pontificia Universidad Católica del Perú y el Arzobispado de Lima.

La ceremonia de encendido reunió a representantes de Cáritas Lima, la Dirección Académica de Responsabilidad Social de la PUCP, el Grupo de Apoyo al Sector Rural y el Santuario Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, junto con las lideresas de la olla común Vista Alegre, quienes diariamente y desde muy temprano, atienden a 80 familias en situación de vulnerabilidad identificados en su comunidad, entre ellos, niños, niñas y adultos mayores, brindándoles desayunos y almuerzos a un costo social o totalmente gratuito, según lo amerite.

Ángela Aquino, presidenta de la olla común Vista Alegre, manifestó su emoción por ver su sueño cumplido: “Yo siempre soñé con esta cocinita, la veíamos en internet, un día hicimos esta pequeñita -señalando la cocinita que construyó con sus vecinos- y dije ‘algún día se va a hacer grande’. Dios escucha y ahí está.”

Estas Cocinas Mejoradas no solo introducen mejoras tecnológicas, sino que también aminoran los problemas de salud asociados a los gases tóxicos emitidos por el encendido de la leña, demostrando un enfoque integral en el bienestar de la comunidad.

Sandra Vergara, Coordinadora de Grupo de Apoyo al Sector Rural, indicó que este año cumplen 31 años de trabajo ininterrumpido: “Principalmente lo que buscamos es mejorar la calidad de vida de todos los peruanos, trayendo el conocimiento de la universidad fuera de la universidad, romper esas barreras que nos separan de las necesidades que hay en el país, a través de propuestas de tecnología que puedan cubrir las necesidades, los requerimientos que tiene la gente.”

Sandra reconoció que este es un trabajo de largo aliento, en el que seguirán habiendo mejoras y aprendizajes desde ambos frentes. Asimismo, agradeció a Boris Soria, jefe de proyecto, quien estuvo a cargo de la implementación de las 20 Cocinas Mejoradas en los 4 distritos.

Giovanna Rivera, especialista en Programas y Proyectos de Cáritas Lima, hizo hincapié en la importancia de estas acciones articuladas entre la universidad y Cáritas Lima para poder trabajar con las poblaciones más vulnerables, y así contribuir a un adecuado cuidado de su salud y una mejora en la eficiencia en la preparación de los alimentos.

Lo que hace aún más especial esta iniciativa es que las propias comunidades desempeñaron un papel fundamental en la construcción de estas Cocinas Mejoradas. Con un espíritu de unidad y empoderamiento, miembros locales se unieron a la labor, aportando su tiempo y esfuerzo para convertir estas cocinas en espacios de esperanza y cambio.

Como señala el Papa Francisco “Así es la esperanza, sorprende y abre horizontes, nos hace soñar lo inimaginable, y lo realiza”. Este hito refleja el compromiso compartido de mejorar las condiciones de vida de aquellos que más lo necesitan. Con cada Cocina Mejorada que se enciende, se avanza hacia un futuro más brillante y equitativo.

La Oficina Diocesana de Educación Católica – ODEC Lima y la Asociación de Instituciones Educativas Católicas (AIEC), acaban de anunciar el desarrollo de la «Semana de Formación Bíblica», dirigido a todos los docentes, religiosos y laicos interesados en participar en espacios de formación bíblica para discernir nuestra actitud cristiana frente a los desafíos que enfrentamos como Iglesia y como sociedad. ¡Las inscripciones son gratuitas!

Con el propósito de «asumir con esperanza los retos que nos plantea la realidad peruana a la luz del mensaje del Evangelio según Mateo», la ODEC Lima y AIEC han organizado cuatro días de formación bíblica, del 5 al 8 de septiembre en el ISET Juan XXIII (Jr. Alfredo Cadenas 290, Pueblo Libre).

Cada día, de 6:00 pm a 8:30 pm., distintos ponentes desarrollarán una serie de temas vinculados a analizar el mensaje y las principales líneas de la propuesta comunitaria del Evangelio de Mateo.

Para participar de la «Semana de Formación Bíblica», es necesario confirmar tu asistencia en el siguiente formulario de inscripción (el ingreso es libre, pero las vacantes son limitadas)

Inscríbete aquí en la «Semana de Formación Bíblica»

Temas y ponentes

A continuación, compartimos la programación de temas y ponentes que participarán en la «Semana de Formación Bíblica»:

Martes 05 de septiembre: La promesa según San Mateo
A cargo de: P. Yépez Barrientos Mario

Miércoles 06 de septiembre: La Iglesia según el Evangelio de San Mateo
A cargo de: P. Eduardo Arens

Jueves 07 de septiembre: El discipulado según San Mateo
A cargo de: P. Jorge López

Viernes 08 de septiembre: La opción preferencial según San Mateo
A cargo de: Monseñor Carlos Castillo

Bajo el lema: “Los hijos, don de Dios para la Familia”, se llevó a cabo el VI Encuentro de Familias, con la participación comunitaria de padres e hijos de las diferentes parroquias que integran el Decanato IX de nuestra Arquidiócesis. El evento se llevó a cabo en el Colegio Santísimo Nombre de Jesús, en el distrito de San Borja, hasta donde llegó Monseñor Guillermo Elías, obispo auxiliar de Lima.

Al inicio de la jornada, las familias participaron en diferentes actividades integradoras y momentos de reflexión en torno al rol que cumple la familia en la Iglesia. El encuentro prosiguió con la intervención de Monseñor Elías, quien dirigió un emotivo mensaje a todas las comunidades participantes:

“La familia nos marca para siempre, para bien o para mal. Es en la familia donde se estructura la persona humana. Por eso, es importante que los matrimonios puedan reconocer las diferentes formas de comunicación, para vivir una paternidad responsable y feliz», remarcó.

Nuestro obispo auxiliar advirtió que muchas veces los esposos, al convertirse en padres, dejan de lado su vida matrimonial para dedicarse exclusivamente al cuidado de los hijos: “Seguir juntos por los hijos es algo que también solemos hacer. Son ellos quienes terminan de consolidar a la pareja y «obligan» a sus progenitores a mantenerse unidos. Esta obligación no es una condena, sino una exigencia natural que brota de la responsabilidad de ser padres».

Está bien que los hijos nos unan, pero no debe ser la única razón para seguir juntos. El amor mismo del uno por el otro debe ser suficiente.

De otro lado, Monseñor Guillermo exhortó a todas las parejas presentes a mantener su relación de pareja siempre viva, buscando siempre la esencia de esta: “Más allá de las metas personales, la pareja debe tener proyectos en común. Y el mejor de todos es la propia relación, pero también son los hijos. Pero aún con hijos o sin hijos, debemos buscar otras razones que realmente nos unan, otras que den sentido a nuestra vida y como pareja, porque Dios nos mandó a este mundo para ser felices. Por eso, hay que edificar cada día nuestro vínculo”, reiteró.

“Ser padres no significa dejar de ser esposos, dejar de ser amantes, dejar de ser amigos, porque muchas veces dejamos aspectos importantes de nuestra vida, porque, es cierto que ya no podremos estar de fiesta todo el tiempo, pero no tenemos por qué convertir nuestra casa en una guardería las 24 horas del día. Pasar tiempo solos, conversar, salir, seguir soñando es posible, no podemos limitar nuestra vida a las necesidades de nuestros hijos”, refirió el obispo auxiliar de Lima.

Discernir y guiar oportunamente a los hijos

Respecto a la educación de los hijos, Monseñor Elías indicó que es necesario que los padres puedan discernir y guiar oportunamente a sus hijos para educarlos integralmente:

“El padre y la madre acompañan el proceso y el desarrollo evolutivo de sus hijos. Se vuelven imagen y referente para ellos, por tanto, eso implica estar de acuerdo entre ustedes, discernir como padres de familia, viendo lo que es razonable para este ser que es distinto a ustedes, pero que tiene derecho a ser como es y, sin embargo, acompañarlo en su individualidad y hacerlo una persona libre, sana, abierta a lo trascendente, educándolos para que sean hombres o mujeres libres”, aseveró.

Finalmente, después de escuchar algunos testimonios de matrimonios y para dar cierre a la jornada familiar, Moseñor Elías presidió la Eucaristía acompañado del Padre Jaime Llamas, párroco de la P. Santísimo nombre de Jesús; el Padre Gonzáles Palacios de la Parroquia Santa María Madre de la Paz; y el Padre Jaime Emilio González Magaña S.J.

Durante su homilía, Guillermo Elías comentó el Evangelio de san Mateo (14,22-33), que narra el encuentro de Jesús en la barca con a sus apóstoles. El Monseñor explicó que es importante poner a Dios en el centro de nuestra familia y que, a pesar de todos los miedos que podamos sentir, confiemos en Él:

“No es magia tener a Dios en casa, no es que se van a borrar todos los problemas, que van a desaparecer los retos, la enfermedad… pero tiene sentido cuando está Jesús», afirmó.

Sin Jesús, nuestras familias no van a salir adelante solas. El camino es mucho más complejo, no es algo mágico, pero Jesús les da sentido a las tormentas, a la falta de sol, a la oscuridad, a la noche, a la tristeza, a la enfermedad.

Tantas veces invisibilizados por nuestra sociedad, los jóvenes danzantes de la Alameda Paseo de los Héroes Navales fueron sorprendidos con la visita de Monseñor Castillo, que acudió a ellos para invitarlos a participar de la Jornada Arquidiocesana de la Juventud (JAJ), que se desarrollará este 2 y 3 de septiembre en el coliseo del Colegio Claretiano. ¡Aún estás a tiempo de inscribirte!

Cada fin de semana, cientos de jóvenes se congregan en las plazas de nuestra ciudad para expresar toda su alegría a través del arte del baile. En reiteradas ocasiones, Monseñor Carlos Castillo se ha referido sobre la importancia de «prestar oído a las generaciones de jóvenes que danzan, estudian y trabajan, porque ellos ya son sujetos creadores de futuro y anticipan formas nuevas de felicidad menos prosaicas y más sublimes».

En ese espíritu sinodal, el arzobispo de Lima ha hecho un alto a sus actividades pastorales, y después de celebrar la misa dominical en Catedral de Lima, acudió a la Alameda Paseo de los Héroes Navales para encontrarse con los jóvenes danzantes:

«Yo paso todos los días por acá, todos los domingos, y veo que son una maravilla de baile. Quiero decirles que los llevo mucho en el corazón. He hablado de ustedes en las prédicas también, porque todos los jóvenes están incursionando con su alegría para pensar claramente el Perú que vamos a construir en el futuro», expresó el prelado.

«Como los he visto varias veces – prosiguió Monseñor Carlos – queríamos invitarlos y pedirles permiso si pudieran venir a la Jornada Arquidiocesana de la Juventud». El evento, que reunirá a representantes juveniles de nuestras parroquias, también busca acercarse a los grupos de jóvenes que no participan en la Iglesia, incluyendo no creyentes. ¡Todos están invitados a la JAJ 2023!

Ustedes son jóvenes abiertos que están en la calle, dinamizando y llenando de esperanza el país.

Ante la invitación del obispo de Lima, el líder de la comunidad «Caporales Perú», expresó: «Yo creo que sería bueno salir a mostrar lo que nosotros sabemos para contagiar a más gente que pueda compartir lo bonito que hacemos aquí», confirmando su participación en la JAJ 2023.

Cómo inscribirse en la JAJ 2023

Bajo el lema: «Joven, con la mirada de Dios a María, ¡levántate a servir con alegría!», la JAJ 2023 tendrá lugar este 2 y 3 de septiembre en el coliseo del Colegio Claretiano. Las inscripciones son gratuitas, pero las vacantes limitadas.

Inscríbete en la Jornada Arquidiocesana de la Juventud 2023

Convocatoria de voluntarios para la JAJ 2023

La Pastoral Juvenil de Lima también abrió la convocatoria de voluntarios para brindar apoyo y soporte en la organización del evento. Para formar parte del equipo de voluntarios (no hay límite de edad), basta con llenar el siguiente formulario de inscripción: Postular como voluntario de la JAJ 2023

Es admirable ver a los jóvenes en las plazas de todo el país bailando y cantando, signo de la esperanza que la juventud tiene. Dejémonos inspirar por todo lo que está surgiendo desde lo invisible, pero siempre permitiendo que esa realidad escondida se exprese. No la matemos, cultivémosla apreciándola

Arzobispo de Lima

Nuestro arzobispo de Lima y Cáritas Lima, nos convocan a participar activamente de la campaña solidaria «Semillas de Santa Rosa», para abastecer de menestras y alimentos nutritivos las ollas comunes que hay en Lima Metropolitana. ¡Así puedes participar!

Durante la Santa Misa celebrada el último domingo en Catedral de Lima, Monseñor Castillo anunció que, siguiendo el testimonio de servicio de Rosa de Lima, siempre inspirada en el amor al Señor para actuar en favor de los que sufren y son marginados, unamos esfuerzos como Iglesia para continuar sembrando la semilla de la solidaridad en el corazón de todas las ollas comunes de nuestra ciudad.

«Les vamos a pedir que hagamos una campaña para seguir llenando las ollas comunes que no han dejado de trabajar y necesitan nuestra ayuda. Y una de las semillas más importantes que tenemos son las menestras, que tienen muchos minerales y fortalecen la salud de la gente. A veces, estamos haciendo frituras y eso nos mete colesterol por todos lados. Por eso, necesitamos alimentarnos de más legumbres, cereales, menestras y verduras», expresó el Primado del Perú.

Cómo apoyar a la campaña: «Semillas de Santa Rosa»

Lleva tus víveres y menestras a tu parroquia más cercana o al almacén de Cáritas Lima (jr. Chancay 282, de lun-vie de 8:30 a 5 pm). ¡La campaña culmina el 30 de agosto!

También puedes realizar una donación económica a través de Yape al 932411126 o contactando directamente al Facebook de Cáritas Lima.

Cáritas Lima adelantó que un primer objetivo de la campaña «Semillas de Santa Rosa», consistirá en reunir la mayor cantidad de víveres y alimentos nutritivos para brindar kits a 23 ollas comunes, beneficiando a más de dos mil personas vulnerables en los distritos de El Agustino, Rímac, Chorrillos, Cieneguilla y Manchay.

Alimentarnos rico, pero de forma saludable.

La insistencia del arzobispo de Lima por una alimentación sana, se presenta en medio de una una crisis nacional de hambre y pobreza. Muchas veces, en nuestro afán de apoyar a nuestras madres de las ollas comunes, olvidamos que nuestra solidaridad también debe ser responsable, compartiendo alimentos nutritivos que aporten a un sano crecimiento.

«El cuerpo siempre debe estar cuidado para que no nos alimentemos mal. Es un gran problema en nosotros que nos alimentamos rico, pero no muy saludable», ha señalado el Primado del Perú.

Según revela la convocatoria de Cáritas Lima, solo en Lima Metropolitana, hay registradas más de 3,000 ollas comunes de las que se alimentan más de 290,000 personas. «Las ollas comunes son lideradas, en su mayoría, por las mismas mujeres que cocinan y organizan un cobro por ración de 2.50, para hacerse del capital necesario y seguir brindando el servicio. Por eso, se requiere una inversión de 10 soles para sostener el almuerzo a una familia por un día», señala su comunicado de prensa.

Central telefónica
(511)2037700