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Parroquias de nuestra Arquidiócesis de Lima vienen ejecutando acciones de ayuda solidaria a través de la organización de sus comunidades laicales, contemplando también a otros grupos humanos, muchas veces ‘invisibilizados’ por la sociedad, como las familias inmigrantes o las personas transexuales.

Parroquia San Miguel Arcángel: ayuda a más de 400 familias vulnerables y apoyo económico a inmigrantes

La expansión del Covid-19 en nuestra ciudad ha fortalecido la Pastoral Social de la Parroquia San Miguel Arcángel: «es un reto permanente de pensar y actuar la pastoral social», indica el Padre Benito García Ramos, CMF.

Iniciado el aislamiento social, la Parroquia armó sus padrones con las familias más vulnerables, padrones que fueron incrementándose debido a la necesidad de las familias que perdieron sus fuentes de ingresos y no pudieron cumplir con el pago de los alquileres, por ejemplo.

«Los consejos pastorales de los 13 sectores de la Parroquia, la visita domiciliaria y los grupos de oración, entre otros, han sido claves para hacer llegar los víveres a muchas familias, son más de 400 familias que han recibido algún tipo de apoyo. Para evitar aglomeraciones se les citó con horarios diferentes y por las diferentes puertas que tiene el complejo parroquial», expresa García Ramos.

Pero las acciones de solidaridad de la Parroquia San Miguel Arcángel también se han extendido a otras realidades concretas como la población inmigrante, tanto del interior del Perú como de otros países: «aparte de la ayuda en alimentos, en el sector Pando IX Etapa, se está apoyando en el pago de alquiler de los cuartos donde viven muchos inmigrantes».

La actitud samaritana del Pueblo de Dios es consustancial al Evangelio…es el Evangelio.

Y siguiendo el ejemplo del Papa Francisco, que envío a su limosnero, el cardenal Konrad Krajewski, a la costa romana para asistir a un grupo de transexuales latinoamericanos, el Padre Benito nos comenta que su parroquia viene trabajando con los Misioneros Claretianos de España y de Perú en un proyecto de ayuda humanitaria a personas transexuales en el Centro de Lima: «han sido apoyadas 123 personas, ello se enmarca en un proyecto amplio de dignificación de sus vidas», acotó.

En esa misma línea, la Vicaría de la Pastoral Social y de la Dignidad Humana – Cáritas Lima, también se sumó a esta noble iniciativa brindando ayuda humanitaria y entregando víveres desde sus almacenes a un grupo de personas transexuales.

Parroquia Santa Magdalena Sofía Barat: Evangelizar a través de la presencia solidaria

Desde el inicio de la cuarentena, la Parroquia Santa Magdalena Sofía Barat, ubicada en el distrito de El Agustino, se organizó para ayudar a la comunidad con víveres y entrega de mascarillas gracias a las donaciones espontáneas de algunos vecinos del barrio, la asistencia voluntaria de los jóvenes del CAPU y Cáritas Lima.

De igual manera, el Banco de Alimentos viene entregando productos que se destinan a las cuatro cunas que debieron cerrar sus puertas debido al aislamiento social obligatorio, sin embargo, se destinan los víveres a aquellas familias de bajos recursos que figuran en los patrones de las instituciones.

«Actualmente contamos con un equipo de 12 voluntarios conformado por el personal de servicio del colegio y la parroquia, un seminarista y tres religiosas. Nuestro distrito es uno de los más afectados por el Covid-19, casi toda la población se encuentra afectada por el virus y pocos cuentan con un ingreso salarial ya que la mayoría de los pobladores son personas que trabajan en los mercados «, comenta el párroco Arturo Alcos Pacheco. Este grupo es el encargado de la selección y división de las bolsas de productos que se reparten en la zona, respetando los protocolos de higiene y evitando las aglomeraciones.

Nosotros evangelizamos personas, el Evangelio no puede anunciar solamente la parte espiritual, también debe ir acompañado con una persona concreta que vive una situación difícil. La Iglesia debe tener una presencia solidaria y responsable, debe ser sensible al sufrimiento y solidaria con los que no tienen

«Antes de cada entrega oramos con todas las personas y pedimos que se respete el protocolo, la distancia, el lavado de manos y uso de mascarillas, ya que es clave para que el virus no se propague – explica Alcos PachecoHemos habilitado el patio del colegio para entregar los víveres. Para mantener el orden, todas las personas que ingresan tienen mascarillas y se desinfectan las manos con alcohol gel. También hemos dibujado círculos en el piso respetando el metro de distancia».

Este miércoles 20 de mayo más de 100 sacerdotes de la Arquidiócesis de Lima participaron del Retiro espiritual del Clero ‘en línea’, el primero que se registra en América Latina, para meditar sobre la dura realidad que se vive en el mundo por la pandemia y la acción de la Iglesia: «en este retiro, estamos sintiendo el llamado a una conversión de nuestro modo de ser pastores, repensando nuestro modo de servir y de celebrar, abriendo nuestra Iglesia a una más amplia participación, haciendo de cada parroquia una fuente de recuperación humana y social, educadora de cada persona para una fe madura y solidaria», expresó el Arzobispo de Lima.

«El mundo entero está sufriendo y tiene que estar unido frente al desafío histórico», lo dijo el Papa Francisco durante su mensaje de Pascua del Domingo de Resurrección. La pandemia nos desafía a ser solidarios para acompañar a quienes más sufren, y en medio del distanciamiento social que vivimos, surge en la Iglesia de Lima la capacidad creativa para permanecer unidos espiritualmente.

El primer Retiro virtual del Clero ha representado un nuevo desafío para los más de 100 sacerdotes que logró convocar el Arzobispado de Lima, especialmente para aquellos participantes que, por primera vez, recurren a la tecnología para este tipo de comunicaciones.

Arzobispo de Lima: Atender creativamente en la emergencia

«Durante la cuarentena, cada cual en su parroquia empezó a sentir que la forma de ser pastor y de ser Iglesia cambiaba notablemente – comenta Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima en toda nuestra Arquidiócesis surgió no solo el aislamiento social sino la voluntad de convertirlo en comunión espiritual, primero en cada familia y luego como parroquia y diócesis».

«Acomodamos los horarios y muchas misas ‘en red’ contaban con más participantes que en el templo, y la misa por TV desde la Catedral de Lima también fue frecuentada ampliamente. Esta forma no es la mejor, la comunidad concreta es la propia, pero este aprendizaje de algo nuevo ha sido inicio de una educación que sabe renovarse y atender creativamente en la emergencia», agregó Monseñor Castillo.

Los párrocos de Lima, en este retiro, estamos sintiendo el llamado a una conversión de nuestro modo de ser pastores, repensando nuestro modo de servir y de celebrar, abriendo nuestra Iglesia a una más amplia participación, haciendo de cada parroquia una fuente de recuperación humana y social, educadora de cada persona para una fe madura y solidaria

«Nuestro retiro de hoy ha sido para inspirarnos en el Señor Resucitado que a las mujeres les remueve las piedras de la rigidez para saber decir al abatido una palabra de aliento. El padre Carlos Cardó nos ha ayudado a ver hondamente que las piedras tan grandes de una forma de vivir individualista, de economías insolidarias, de lazos sociales rotos, de familias rotas por la muerte prematura, de rostros humanos deprimidos por la desesperación, pueden removerse por el Espíritu de amor que ha llenado el corazón de tantos que han entregado su esfuerzo libre y voluntario para testimoniar que es posible salvarse con los otros y no solos», subrayó el Arzobispo de Lima.

La jornada de retiro espiritual inició con la ponencia del Padre Carlos Cardó Franco S.J., quien expuso el tema ‘La Iglesia en tiempos de post-pandemia’. Al término de la reflexión se dispuso de un espacio de 40 minutos de meditación en silencio frente al Santísimo, y posteriormente se realizó una ronda de intervenciones espontáneas con los sacerdotes participantes.

La Vicaría de la Pastoral Social y de la Dignidad Humana – Cáritas Lima, encabezó el relanzamiento de la campaña de ayuda humanitaria ‘Ayúdanos a ayudar’, en alianza estratégica con América TV, Canal N, las Fuerzas Armadas y la Sociedad Nacional de Industrias. Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, destacó la evaluación positiva que se obtuvo a través de esta campaña que ya ha beneficiado a alrededor de 198 mil familias.

«Se dice que cuando uno tiene hambre es un problema material, y cuando el otro tiene hambre es un problema espiritual, porque hay que salir de uno mismo para considerar la vida del otro, y eso lo estamos solucionando con una nueva espiritualidad de servicio – comentó Monseñor Castillo – estamos muy contentos porque son casi 198 mil familias que han sido beneficiadas. Esta evaluación que se ha hecho es importante para ver cómo se ha trabajado, qué defectos pudo haber, y qué mejoras hacer en esta segunda etapa de relanzamiento».

«Cáritas es una organización transparente con mucha solidez y confianza»

Por su parte, en representación de las Fuerzas Armadas, el Ministro de Defensa, Walter Martos, sostuvo que se obtuvo una colaboración de medio millón de soles a manos de la ciudadanía y de la empresa privada S/2 millones: “Hemos logrado superar la meta de llegar a miles de familias en pobreza y extrema pobreza”.

«Yo creo que esta pandemia nos está trayendo una esperanza de cuán unidos o cuán separados nos encuentra los diferentes pueblos en el mundo, y a los países que los encuentra desunidos, a los países egoístas es a quienes más está golpeando», indicó Martos.

El Ministro de Defensa resaltó que no sólo la gran empresa viene colaborando, también lo hacen las empresas pequeñas y ciudades que no tienen muchos recursos: «ellos se unen al dolor de la gente más pobre, y tienen la conciencia de que Cáritas es una organización muy transparente, con mucha solidez y confianza a nivel del país, por lo que están seguros que el centavo que puedan poner, lo poco o mucho que puedan poner, va a llegar a los más pobres».

Segunda etapa de organización y ayuda humanitaria

Monseñor Castillo explicó que para esta segunda etapa de relanzamiento se ha pensado en forma más organizada, pensando en la diversidad de regiones y lugares donde se lleva la ayuda: «se distribuirán bolsas especializadas para la zona del país donde los niños tienen problemas de anemia, de modo tal que puedan tener comida fortalecida».

El sistema de trabajo se ha hecho con mucho conocimiento de la realidad, a través de los datos que las distintas Iglesias tienen en relación directa a sus pueblos para una distribución ordenada que suscite la organización de la gente

Una nueva espiritualidad a través del servicio y la generosidad

«La Iglesia que tiene el comando espiritual del país, tiene el deber de suscitar una nueva espiritualidad que es el servicio, la compañía, la generosidad – afirmó el Arzobispo de Lima – tenemos que iniciar una manera de pensar distinta que nos saque del individualismo que nos aísla y nos condena a la muerte, no de uno sino de todos».

Por eso, recordando las palabras del Papa Francisco, Monseñor Castillo precisó que sólo podemos salvarnos de esta pandemia unidos y solidarios: «por eso, mi llamado es para que todos nos dejemos ganar por este espíritu».

Cáritas es la «nueva catedral de Lima»

Y refiriéndose a las acciones de solidaridad organizada y ayuda humanitaria que ejerce la red Cáritas, el Arzobispo de Lima aseguró que «la Vicaría de la Pastoral Social y de la Dignidad Humana – Cáritas Lima es la nueva Catedral de Lima, porque Dios es amor y Jesús murió en la cruz, no murió en una Iglesia, murió fuera del templo, creó el nuevo templo que es la vida».

La fe está en la vida, la fe de Dios se comunicó entregando a Jesús hasta la muerte, por eso somos una Iglesia en salida, en la calle, como lo están haciendo los soldados, la gente que ayuda, por eso mi bendición es para que todos podamos seguir caminando en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

Articular esfuerzos para ayudar a más familias

Finalmente, Jorge Manisato, Director comercial de Gloria, expresó que la crisis sanitaria en el país «es una oportunidad para ayudar y ser solidarios gracias a la capacidad de articular los esfuerzos no solamente de la empresa privada, sino de Cáritas, de las Fuerzas Armadas y de los medios de comunicación».

Por su parte, Alberto Matos, representante de responsabilidad social de Arca Continental, dijo sentirse muy satisfecho con los resultados obtenidos en esta primera etapa: «aliados como Cáritas nos permiten llegar a poblaciones vulnerables con total transparencia y una eficiencia impecable para poder realmente brindar apoyo a quienes lo necesitan».

Esta semana, fuimos testigos de un hermoso gesto de solidaridad. Abigail Terna García (Pueblo Libre) es una mujer invidente y luchadora que trabaja como ambulante vendiendo barras energéticas. Ante la situación actual y al no poder vender sus productos, decidió donarlas para ayudar a otras personas en situación de vulnerabilidad.

Recibimos de Abigail 300 unidades de barras energéticas, las cuales se entregaron a la Iglesia Virgen Medianera (Cercado de Lima), la cual las repartirá a las personas más necesitadas de su zona, junto a otros víveres que Cáritas Lima les otorgó.

Queremos agradecer a Abigail por su solidaridad y esperamos que más personas se sumen a nuestra labor. Si deseas comunicarte con nosotros para hacernos llegar tu donativo, puedes llamarnos al (01)2037700, opción 1, o visualizar nuestras cuentas de banco que aparecen en el video portada del Facebook.

Aeroespacial Perú y la Vicaría de la Pastoral Social y Dignidad Humana se unen para impulsar esta iniciativa que apoya a 20 familias de la capital a generar sus propios ingresos y, además, generar donaciones de mascarillas para las personas que no cuentan con medios para comprar implementos de seguridad.

«Mascarillas solidarias hechas con el corazón». Por la compra de una mascarilla, la empresa Aeroespacial Perú donará otra a una persona de bajos recursos.

Beneficios de la alianza entre Cáritas Lima y Aeroespacial:

* Apoyamos a 20 familias a producir sus ingresos y reinsertarse en la economía.
* Cuidamos la salud de los más necesitados que no pueden adquirir mascarillas.
* Aportamos a la reactivación económica por medio de alianzas solidarias.
* Los productos son de calidad y siguen los protocolos del Ministerio de Salud del Perú.
* Las entregas se hacen en bicicleta con lo que cuidamos el medio ambiente.

Con profunda alegría y esperanza compartimos el tema oficial de nuestra campaña de ayuda humanitaria y acompañamiento espiritual en tiempos de pandemia: «TODOS JUNTOS», expresión que nos recuerda que sólo juntos podemos construir una Iglesia doméstica de testigos, sirviendo y entregándonos generosamente por los más necesitados.

Unamos nuestras voces en una misma oración y digamos: «Lima, levántate ¡Estamos Contigo!» Nuestra Iglesia en sus múltiples rostros, carismas y servicios también están contigo, a través de la Pastoral de salud, Pastoral social y Pastoral de escucha:

«Todos Juntos«

(de Josseph R. Delgado Molina)

Sin querer llegó
a nuestras vidas
tiempos de dolor.
Te pido Señor
que nuestro Perú pueda superar
esta enfermedad que no va a ganar.

Todos juntos, vamos a luchar,
vamos a rezar por nuestra humanidad.
Todos juntos, vamos a vencer y siempre creer
que nuestro Dios está en todo lugar.

Quiero pedirte por aquellos que
hoy se arriesgan más
por las familias que van perdiendo
a quienes aman.
Dales tu fuerza, que puedan sanar.

Todos juntos vamos a luchar,
vamos a rezar por nuestra humanidad.
Todos juntos vamos a vencer y siempre creer
que nuestro Dios está en todo lugar.

Lima Levántate, no estás solo, estamos contigo.

Todos juntos
(Todos juntos vamos a luchar,
todos juntos vamos a rezar,
Lima puede, puede levantar)

Todos juntos vamos a luchar,
vamos a rezar por nuestra humanidad.
Todos juntos vamos a vencer y siempre creer
que nuestro Dios está en todo lugar.

Agradecimientos:

Queremos agradecer a las personas que desinteresadamente contribuyeron en la composición y difusión del tema musical: Josseph R. Delgado Molina (composición, letra y voz), Leonardo Iván Díaz (música y arreglos), Diego García (guitarra y charango), Leonardo Iván Díaz (grabación y mezcla de audio), Katherine Cárdenas (edición audiovisual).

También extendemos nuestro agradecimiento a todas las personas anónimas detrás de la producción del videomusical: jóvenes, adultos, niños, religiosas, sacerdotes, voluntarios y seminaristas que se sumaron al llamado de nuestra Iglesia.

La Vicaría de la Pastoral Social y de la Dignidad Humana – Cáritas Lima, a través de sus redes sociales, dio a conocer que se ha logrado repartir 100 mil canastas en este periodo de cuarentena a través de los distintos canales de ayuda: parroquias, congregaciones y organizaciones.

Estamos muy agradecidos con todas las personas que nos han hecho llegar sus donaciones en efectivo, bienes y servicios. Con su ayuda, hemos logrado repartir 100 mil canastas en este periodo de cuarentena.

«La labor de Cáritas Lima, como brazo social de la Iglesia Católica, es brindar apoyo a las familias más vulnerables, a través de parroquias y congregaciones que pertenecen a 19 distritos de la capital. En el periodo de cuarentena, nos hemos encargado de repartir víveres y artículos de limpieza a familias en situación de vulnerabilidad. A la fecha, hemos donado 100 mil canastas a 39 mil familias», indica la Vicaría de la Pastoral Social y de la Dignidad Humana en sus redes sociales.

«Este tiempo es para muchos el fin de algo, para nosotros es una oportunidad de empezar un tiempo nuevo, la pregunta sería: ¿Qué tipo de mundo deseas y esperas?» – con estas palabras, el padre Luis Sarmiento, Vicario de la Comisión de Vida y Familia, reflexiona acerca de la dura realidad que nos interpela como seres humanos, como cristianos, y como Iglesia:

Volver a lo de antes

Padre Luis Sarmiento – Vicario de la Comisión de Vida y Familia

Esta pandemia, un problema de marca mundial, es oportunidad que ha generado cambios en todos los ámbitos y niveles, y que nos ha hecho descubrir o despertar  lo que estaba escondido: nuestro cielo está más limpio, hemos ejercido nuestra solidaridad con el que la sufre, ahora  somos más sensible a esta realidad, hemos aprendido a ponernos en los zapatos del otro.  Esta emergencia sanitaria es un punto de quiebre para volver a aprender a vivir con los otros, nuestras economías no van a ser las mismas (por lo menos de muchos) y  nuestro apoyo no acaba con el aislamiento. Es cierto, queremos volver a la normalidad, pero la pregunta será: ¿Volver a qué? parece ser una constante interrogante, y fácil sería pensar en volver a lo de siempre. 

Volver a vivir, volver con los otros

Los discípulos  parten de Jerusalén para ir decepcionados, desconcertados y golpeados a Emaús ¿para qué?, parece que cuando las esperanzas se fueron y  el dolor gana espacio; cuando se desvanece la motivación no queda otra cosa que volver a lo mismo. Es cierto que los caminantes a Emaús solo piensan en volver a lo de antes porque tienen un duelo que no les permite reconocer al Resucitado, pero Jesús hace la diferencia, se hace el encontradizo en medio de su rutinaria cotidianidad, para darle a la información que estos discípulos manejan la luz de la Palabra y recuperar lo que perdieron, y lo que les quitaron, para recuperar la fe, para volver a vivir, y sobre todo, volver con los otros. Esto nunca significará volver a lo mismo.

Los discípulos no vuelven a lo de antes porque estén obligados, sino porque es en las situaciones propias del día a día donde se da la presencia del Señor, Él es el compañero de camino, es en la mesa de los amigos donde es reconocido, en el pan que se parte y reparte y  con el corazón ardiendo, y donde los miedos y decepciones son puestos de lado. Los discípulos interrumpen el camino que va a Emaús, para no volver a lo de antes, para contagiar con su experiencia de volver a vivir.

No volveremos a lo mismo, porque esta pandemia, que es una especie de examen de fin de curso, ha puesto en evidencia que en algunas materias hemos reprobado, con la ecología, con los demás, y también con el mismo Dios.

Hemos creído que lo único que importa es ganar más, tener más poder, hemos defendido la vida y a la vez permitido situaciones injustas (que recaían en contra de algunas otras vidas) hemos vivido en familia, pero ahora que muchos físicamente estamos distanciados descubrimos recién su auténtico valor. 

Éste tiempo se ha convertido en un nuevo comienzo para valorar la unión, no de conceptos sino de corazones, de actitudes solidarias, de desprendimientos, de oración en familia, de  salir de la zona de confort; tiempo para empezar a dirigir la mirada a Dios, a lo necesario, y aquello que hemos dejado en el camino, hemos redescubierto que la vida de cada ser humano es de Dios y que se respeta y también se ama. 

No se vuelve a lo mismo desde  que los discípulos llegan a reconocer  a Jesús Resucitado, y por eso, han sido capaces de buscar a los que, por el dolor y la ira, dejaron. Es tiempo de Pascua y estamos aprendiendo que es posible recuperar muchas cosas,  hemos mantenido nuestra fe y hemos entendido que nuestro hogar también es lugar de la Iglesia, tenemos viva la esperanza y una fe que se ha traducido en gestos de amor y solidaridad. Es posible  recuperar y marcar un nuevo tiempo en que el mismo Señor nos ha preparado, en medio de este distanciamiento que todavía se mantiene,  para convertir nuestro mundo en algo mejor. 

El Señor hace las cosas nuevas. Este tiempo es para muchos el fin de algo, para nosotros es un tiempo para empezar uno nuevo, la pregunta sería: ¿qué tipo de mundo deseas y esperas? Solo tienes que dar una respuesta que te ponga en camino.

En esta nueva ‘Carta de esperanza’, Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, se dirige a todo el personal de salud, médicos y enfermeras, que se encuentran en la primera línea de batalla contra la pandemia por el coronavirus en nuestro país.

“Queridos hermanos y hermanas trabajadores de salud, enfermeros, enfermeras, médicos y médicas en general, doctores y doctoras: estamos unidos a ustedes en estos momentos difíciles, porque a ustedes les ha tocado la parte más difícil”, comenta el Arzobispo.

Monseñor Castillo destaca la entrega generosa de los profesionales de salud, el esfuerzo dado por vocación y no por obligación. Esa delicadeza que tienen en el trato con los enfermos del Covid-19 es la que nos hace recordar, de manera especial, a cómo nuestros padres nos cuidaron desde pequeños.

Quiero bendecirlos y decirles en este saludo que estamos con ustedes, están entre los que nosotros decimos hoy a nuestra ciudad – Lima, levántate ¡Estamos contigo! – y queremos estar con ustedes también porque son los que, en primera línea, enfrentan la pandemia con el corazón del amor de Dios

Como se sabe, el personal médico viene afrontando una dura batalla en todo el territorio peruano, especialmente en aquellas zonas más afectadas como Iquitos y Lambayeque. Ante esta situación compleja, la Iglesia acompaña espiritualmente y se identifica con todas las personas que entregan su vocación, su tiempo, e inclusive hasta su vida para salvar a nuestro país de la epidemia, siguiendo el ejemplo de amor y servicio que Jesús nos dejó.

Son muchos los héroes anónimos que permanecen en centros de salud y hospitales para atender a nuestra población más vulnerable, en ese sentido, la Iglesia de Lima viene ejecutando una línea de acción en la Pastoral de salud que consiste en el acompañamiento a las víctimas, familiares y personal médico, con visitas a los hospitales y la distribución de oraciones que pueden realizar desde el aislamiento social.

El viernes 08 de mayo, en coordinación con el Ministerio de Salud (MINSA), Cáritas Lima organizó una campaña interna de vacunación contra la influenza. Lo anterior con el fin de cuidar la salud de nuestro equipo de almacén, el cual trabaja diariamente para ayudar a miles de familias necesitadas en este periodo de cuarentena.

Un total de 20 personas del equipo de Cáritas Lima fueron vacunadas. Esta acción va de la mano con otras que se han generado a lo largo de los dos últimos meses. Así, contamos con protocolos de higiene, seguridad y control en el ingreso del personal, recepción y entrega de donaciones. Somos muy cuidadosos con la labor que realizamos y seguimos los lineamientos dispuestos por el Gobierno. También, realizamos continuas jornadas de limpieza y desinfección de nuestro área.

Agradecemos al personal del MINSA y al equipo de almacén por su compromiso. Sin ellos, sería complicado ayudar a nuestros hermanos en situación de vulnerabilidad que, hoy, más que nunca, nos necesitan.

Central telefónica
(511)2037700