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Siguiendo el lema de nuestro Plan Arquidiocesano “Discípulos y Misioneros en Salida”, la Oficina de Educación Católica de Lima (ODEC) realizó un programa especial para rendir homenaje a los maestros en su día.

El evento contó con la participación de alrededor de 300 participantes, entre docentes y directivos de instituciones educativas estatales de nuestra jurisdicción, quienes formaron parte de una serie actividades de corte formativas como  también culturales.

Asimismo, el programa finalizó ayer con la misa de Acción de Gracias presidida por nuestro Obispo Auxiliar, Monseñor Juan José Salaverry, quién destacó la importante labor que los docentes vienen desarrollando en estos momentos de crisis a causa de la Pandemia Covid-19.

“Ustedes son maestros han recibido el espaldarazo de confianza de parte de Dios de participar en la misión profética, docente, de Jesús desde el bautismo. No defrauden la confianza de Dios, no defrauden la confianza de los padres de familia, no defrauden la confianza de la Iglesia, pero tampoco defrauden su propia vocación docente”.

MONSEÑOR JUAN JOSÉ SALAVERRY.

Cada 06 de julio, nuestro país rinde homenaje a los maestros peruanos en su día por la importante labor que realizan en favor de la educación de nuestros niños y jóvenes, especialmente en situaciones tan complejas como la Pandemia por el Covid-19, poniendo su servicio por encima de todo.

En ese sentido, nuestra Oficina de Prensa conversó con Francisco Marcone, director de la Asociación de Instituciones Educativas Católicas (AIEC), quien habló sobre los retos que enfrentan los docentes en la actualidad para continuar con su misión de educar en tiempos de Pandemia: “muchos de nuestros maestros, con mucha valentía y esfuerzo, entraron al terreno de lo desconocido, la virtualidad, para poder desarrollar las sesiones de enseñanza, reto que los caracterizó el año pasado”, manifestó.

El director de AIEC sostuvo que, desde el año pasado, se afrontaron dos retos esenciales para salir adelante. El primero, el conocimiento de los nuevos planteamientos del currículo nacional, es decir, el pase a un modelo de enseñanza en función a competencias donde los estudiantes ya no deben memorizar conceptos, sino que demuestren que han adquirido las capacidades. Y el segundo, la capacitación a los maestros en tecnología: “Desde el primer mes de la Pandemia, los docentes han recibido capacitación y acompañamiento para el uso de las nuevas tecnologías y su aplicación en las sesiones de clase”.

Este año, señaló Marcone, el principal reto está vinculado con el desarrollo personal y cristiano de sus maestros como el de sus estudiantes: “Nos hemos dado cuenta que el principal reto está en el desarrollo personal de nuestros docentes, porque al igual que todos, han estado encerrados junto a sus familias o han sufrido la partida de sus amigos y familiares, causándoles dolor e inestabilidad, porque no han podido despedirse de ellos y requieren un soporte espiritual para llevar adelante su labor y replicarla a sus estudiantes en esta crisis”.

Los maestros también son discípulos misioneros.

Según Francisco Marcone, una herramienta importante para fortalecer el desarrollo personal y espiritual de sus maestros, ha sido la elaboración del Plan Pastoral de la Arquidiócesis: “Yo creo que el tema de ser discípulo misionero, nos da la oportunidad de refrescar o de adquirir nuevos conocimientos, nueva información sobre la vida cristiana y cómo debemos llevarla y esto va a beneficiar a las familias de nuestros docentes y a la de sus estudiantes”, precisó

De otro lado, el director de AIEC, comentó que entre las principales innovaciones que han desarrollado en los colegios de su institución, destaca la adaptación de las sesiones de clase y el uso de la tecnología: “los maestros han adaptado sus sesiones a un encuentro virtual, pero somos conscientes que la clase virtual no puede reemplazar a la educación presencial, no solo por cuestiones de desarrollo de aprendizaje, sino por cuestiones de desarrollo integral de nuestros estudiantes, necesitan interactuar con sus docentes y entre ellos para equilibrar su afectividad”.

De igual manera, Francisco Marcone reconoció que estudiantes y maestros de nuestro país, incluso de las zonas más apartadas, han hecho esfuerzos grandes para mejorar la conectividad, la comunicación con sus alumnos: «hemos aprendido a adaptarnos a esta nueva situación», puntualizó.

Realmente hemos podido comprobar que nuestros maestros tienen una verdadera vocación de servicio. Y espero que el retorno a clases presenciales suponga una educación diferente, pensando lo mejor para el Perú, con más equidad y calidad docente, siguiendo el ejemplo del maestro Jesús, en favor de nuestros niños y adolescentes.

Finalmente, el director de AIEC afirmó que el principal mensaje a los maestros en su día es de agradecimiento por el gran esfuerzo realizado en este tiempo de crisis sanitaria: “La sala de la casa se convirtió en el aula e incluso, algunos colgaron una sábana detrás para poder firmar las sesiones de clase o por razones de la crisis económica, hubo reducción de sueldos. A pesar de eso, los maestros y maestras del Perú han salido adelante”.

Monseñor Juan José Salaverry presidió la Celebración Eucarística en honor a los maestros peruanos. El Obispo Auxiliar de Lima encomendó en sus intenciones a los profesores de la Oficina de Educación Católica de Lima (ODEC) y la Asociación de Instituciones Educativas Católicas (AIEC).

Comentando el Evangelio de San Marcos (6,30-34), Monseñor Salaverry señaló que la misión de enseñar de Jesús y que comprendía la explicación de la ley de los profetas en la sinagoga, la explicación del reino a través del lenguaje sencillo con el cual él predicaba y la explicación que él hacía desde su propia vida.

Luego, dirigiéndose a los maestros, el Obispo Auxiliar les recordó la importante misión que ellos cumplen en favor de la educación de los niños y jóvenes: “Esta misión que el Señor les ha ofrecido es una misión sumamente delicada, porque lo más preciado que tiene la sociedad, la Iglesia y las familias, son nuestros niños y jóvenes que ponemos en sus manos”.

En esa misma línea, Monseñor Salaverry remarcó que gracias al desempeño de los docentes es que se puede forjar un mejor futuropara los estudiantes de nuestro país: “Ojalá que estos niños y estos jóvenes que están en las manos de ustedes, aprendan muy bien de ustedes, de esa enseñanza larga con la palabra y con la vida, para que el futuro del Perú no sea un futuro incierto, sino un futuro promisorio”.

De igual manera, el prelado señaló que los docentes han recibido la confianza de Dios para que sean partícipes de su misión profética: “No defrauden la confianza de Dios, de los padres de familia, de la Iglesia, pero tampoco defrauden su propia vocación, porque tal vez el docente en nuestro país no es el más valorado o remunerado, pero el docente que cumple a plenitud largamente su vocación, se siente feliz de hacer lo que le gusta, lo que llena su vida por el bien de los demás”, expreso el Obispo Auxiliar.

Asimismo, Monseñor Salaverry indicó que junto a los maestros, todos los demás miembros de las instituciones educativas, debemos esforzarnos por brindar una educación de calidad: “tenemos que esforzarnos todos, los pastores, los promotores, los padres de familia, los alumnos y los maestros, porque la misión de construir el Reino no la podemos ejercer solitariamente, sino desde la comunión y desde la solidaridad”.

Finalmente, nuestro Obispo Auxiliar, agradeció a los docentes peruanos en nombre de nuestro Arzobispo de Lima, Monseñor Carlos Castillo. Y deseándoles un feliz día, los alentó a mantenerse “siempre alegres”, porque han recibido el don de la docencia.

Con gran alegría celebramos el Aniversario Episcopal de nuestros Obispos Auxiliares: Monseñor Ricardo Rodríguez y Monseñor Guillermo Elías, quienes hace dos años aceptaron el encargo pastoral de guiar y acompañar a nuestra Iglesia de Lima en su camino sinodal.

“Ahora que vamos a estar juntos en este tiempo, seamos una comunidad que escucha y comprende, para hacer que los propios laicos aprendan a escucharse, a organizarse, para empezar a resolver los graves problemas que tenemos”, con estas palabras, Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima, se dirigió a los dos Obispos Auxiliares el día de su ordenación, en julio de 2019.

Han pasado dos años desde aquel histórico día, y hoy queremos recordar las palabras y compromisos con el Pueblo de Dios de nuestros obispos auxiliares Ricardo y Guillermo.

Monseñor Ricardo Rodríguez: «Una Iglesia que transmita vida».

En aquella oportunidad, Monseñor Ricardo Rodríguez agradeció al Papa Francisco por la designación, y reiteró su servicio por una Iglesia fiel a Jesucristo, una Iglesia que se sienta viva y transmita vida: “intentaré, con mis limitaciones, ser un colaborador en su propósito, por una Iglesia para el hombre de hoy”, añadió.

Al escoger el lema ‘Aquí estoy Señor’, pensaba cuando empecé a recorrer este camino y cómo debo continuar ahora. Ante lo vivido, y lo que tengo por vivir, siempre tengo que decir ¡Aquí estoy!

Monseñor Guillermo Elías: «Daré todo mi ser y todo lo que se me encomiende».

Monseñor Guillermo Elías también se mostró emocionado por este nuevo camino pastoral: “los días previos a la ordenación episcopal, venían tantas situaciones y hechos a mi vida, ingresar como seminarista a esta hermosa catedral, luego como presbítero, y ahora, en este nuevo tiempo como obispo. Aún tengo que asimilarlo”, expresó durante su ordenación episcopal.

Quiero entregarme a Dios, quiero seguir siendo instrumento de él. Daré todo de mi ser y todo lo que se me encomiende, trabajaré en comunión con nuestro Arzobispo, junto a Ricardo, al clero, y juntos diremos: ¡Lima Levántate!

Gracias a la solidaridad y al trabajo en equipo, nuestras parroquias de la Arquidiócesis de Lima han sumado esfuerzos para lograr la construcción de plantas de oxígeno medicinal y asistir a nuestros hermanos más vulnerables por la Pandemia del Covid-19.

A continuación compartimos información relevante sobre la ubicación y disponibilidad de las plantas de oxígeno parroquiales:

Parroquia Cristo Misionero del Padre.

Bajo el lema “Que la solidaridad no se detenga”, la Parroquia Cristo Misionero del Padre en el distrito de Chorrillos, desde abril del presente año a la fecha, ha puesto en disposición su planta de oxígeno, la cual diariamente brinda un llenado promedio de 20 balones.

El párroco, padre Juan Goicochea Calderón, agradeció a todos los bienhechores que han hecho posible la construcción de esta obra solidaria y nos indicó que  la recepción de balones se realiza de lunes a sábado en el horario de 9:00 a. m. a 1:00 p. m. y de 2:00 a 7:00 p. m.

Para mayor información y/o conocimiento de los requisitos para  la asistencia de oxígeno, los interesados, pueden comunicarse al 977485191 o a través de  su página de facebook.

Parroquia Espíritu Santo.

De la misma manera, en Manchay en el distrito de Pachacamac, recientemente se inauguró la planta de oxígeno medicinal de la Parroquia Espíritu Santo, la cual realiza el llenado de 30 balones diariamente.

El Padre César Valdivia, responsable del proyecto parroquial, señaló que está planta de oxígeno está a disposición de todos los hermanos que requieran de los servicios de la planta por un costo social de S/150 nuevos soles.

El horario de atención es de lunes a viernes de 9:00 a .m. a 1:00 p. m. y de 4:00 a 7:00 p. m. y para mayor información pueden contactarse a los teléfonos 947201629 ó 936959549.

Ciudad del Vaticano. Compartimos la entrevista de Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima, concedida al portal de noticias de la Santa Sede, Vatican News.

La primera vuelta de las elecciones generales de Perú se realizó el 11 de abril de este año. La segunda, el pasado 6 de junio. Tres semanas después, Pedro Castillo, quien obtuvo el 50,16 por ciento de los votos no ha sido oficialmente nombrado presidente. Entrevista con el arzobispo de Lima, monseñor Carlos Castillo.

Escribe: Manuel Cubías.

Los resultados de las elecciones presidenciales realizadas el pasado 6 de junio del presente año dan una leve ventaja a Pedro Castillo sobre Keiko Fujimori. Unos escasos 40 mil votos. Desde hace unos días, ésta última ha comenzado a señalar irregularidades y a hablar de “indicio de fraude”, hecho que ha generado incertidumbre, particularmente en los mercados financieros, lo que ha repercutido en la caída del valor del sol y la subida del dólar.

Elecciones en el año del bicentenario de la independencia de Perú.

“El próximo 28 de julio sería el día en que el presidente elegido debe asumir el mando” afirmó monseñor Carlos Castillo, arzobispo de Lima, quien subrayó que estas elecciones coinciden con el aniversario de la independencia.

Estas elecciones han sido “como un campanazo fuerte de los pobres ante las deficiencias del sistema neoliberal implantado hace más de veinte años (…) aquí la gente muestra un descontento”, insistió el arzobispo al describir la actual realidad que vive Perú.

Mons. Castillo puntualizó que no es lo mismo ver la realidad desde las zonas rurales que desde las grandes ciudades. En la ciudad se produce un fenómeno, “el famoso chorreo” que los beneficios de la macroeconomía se trasladan a nivel microeconómico, pero esta distribución beneficia más a las ciudades que a las zonas rurales. El arzobispo subrayó las desigualdades que azotan a las mayorías empobrecidas, a las que no llega el “chorreo” y que se han expresado en las elecciones.

Además, insistió, en las ciudades hay más influencia de los medios de comunicación y de las campañas que generan miedo. “La propaganda del miedo ha sido muy fuerte: miedo al comunismo, miedo a que van a quitarle sus cosas”. En el campo, por el contrario, “la realidad manda”.

El uso de íconos religiosos en la política.

El arzobispo de Lima expresó su malestar por el uso de ciertos íconos religiosos por parte de algunos políticos: No es bueno “haber recurrido a esos medios (crear miedos) e inclusive a propaganda usando la religión, no, como sucedió este sábado, al igual que en otros casos anteriores”.

Retraso en el nombramiento del nuevo presidente.

El arzobispo puso en evidencia, también, que la corrupción es una realidad que alcanza a numerosos políticos y que algunos de ellos “han estado influyendo para que este retraso se haga más fuerte y eso es una cosa grave porque se atenta contra la democracia. Por eso la Iglesia publicó un comunicado” para que esta situación se resuelva pronto.

El prelado hizo eco de que “el 70 por ciento de la población abiertamente manifiesta que debe reconocerse como presidente al que ha sido elegido”.

Recuperar la idea de pueblo.

Castillo insistió en que es importante evidenciar “la renovación que viene de la gente sencilla”. La categoría de pueblo, insistió muestra la idea del pueblo como comunidad, como elemento integrador en la democracia, como expresión de las búsquedas comunitarias. El pueblo, al igual que la mujer, no basta con nombrarlos, se tiene que apostar por su participación en la vida democrática.

Un continente en ebullición.

El prelado peruano recordó que “América Latina está en ebullición”. Enumeró a los países que atraviesan crisis sociales y políticas, así como temas comunes como la corrupción las desigualdades sociales y la falta de oportunidades para las generaciones más jóvenes.

Castillo considera que en el contexto particular que vive Perú, hay que “respetar las decisiones tomadas por el poder electoral, sin intervención de ningún otro poder, y en este sentido, está claro (…) hay que respetar lo que está establecido”.

En relación a la pandemia del Covid-19 que ha golpeado fuertemente Perú con poco más de dos millones de personas contagiadas y más de 192 mil fallecidos, el arzobispo de Lima evidenció que hay una tendencia a la baja en el número de contagios y de fallecidos en todo el país, aunque el sistema de salud todavía no es capaz de responder adecuadamente a las necesidades sanitarias de la población.

La tarea de la Iglesia en el momento actual.

“En el espíritu de la Fratelli tutti” hay mucho que hacer, mucho en lo que colaborar (…) hay que humanizar los procesos sociales y políticos” afirmó el prelado. “El Papa Francisco nos orienta. El diálogo social. El envolvernos todos en un proceso que valora los sentimientos y esperanzas de los pueblos (…) nos dijo que no nos dejemos robar la esperanza y hoy todos somos una esperanza para el Perú”.

En la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, nuestra Arquidiócesis de Lima participó de la Santa Misa celebrada por nuestros cuatro obispos auxiliares: Monseñor Guillermo Cornejo, Monseñor Juan José Salaverry, Monseñor Guillermo Elías y Monseñor Ricardo Rodríguez.

Monseñor Guillermo Elías reflexionó en su homilía sobre la vida de San Pedro: a través de él, vemos en San Pedro al primer Papa, instituido por el mismo Jesucristo dándole las llaves del reino del cielo. Y hoy, al recordar la imagen de Pedro, celebramos la fiesta del Papa y como Iglesia de Lima nos unimos para orar por nuestro Santo Padre que nos pide orar por su pontificado”.

Comentando el Evangelio según San Mateo (16,13-19), Monseñor Elías explicó las características de San Pedro: «un humilde pescador que, con determinación, empezó la edificación de nuestra Iglesia, la cual hoy nuestro Santo Padre también nos llama a seguir construyendo».

Nuestra Iglesia de Lima se une a esta propuesta del Santo Padre y está llamada a vivir con humildad, reconocer en nuestra realidad, las fortalezas y debilidades, para juntos afrontar desde este presente que nos ha tocado vivir.

Guillermo Elías afirmó que la fe de San Pedro, a pesar de sus miedos y dudas, lo llevan a creer ciegamente en Jesús y reconocerlo como Mesías, Hijo de Dios. El prelado indicó que tanto Pedro como Pablo cumplieron su misión en este mundo y ayudaron a levantar los pilares de la Iglesia: «ambos tienen en común el amor radical a Jesucristo, con estilos completamente diferentes, pero con una fe esperanzadora. Comprendamos la autoridad de Pedro y sus sucesores, pero también la libertad de Pablo, ambas necesarias para mantener una Iglesia en novedad, guiada por el Espíritu Santo, aliento imprevisible en un mundo en movimiento”.

Finalmente, el Obispo Auxiliar hizo un llamado a imitar la fidelidad de ambos santos en nuestras vidas: “Qué la fe ciega de San Pedro y San Pablo en Jesús, su entrega total a la palabra, pueda lograr en nosotros, una vida mucho más profunda”.

A través de un videomensaje, el Nuncio Apostólico en el Perú, Monseñor Nicola Girasoli, envió un emotivo mensaje a Obispos, Prelados, Vicarios, Administradores Apostólicos, sacerdotes, religiosos y religiosas, diáconos, seminaristas y a todas las personas de buena voluntad con ocasión de la Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, que se celebra este 29 de junio, también Día del Papa.

“Quiero expresar mi profundo agradecimiento a todos los Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos, jóvenes y a todas las instituciones católicas socio-caritativas de todas las jurisdicciones eclesiásticas del Perú, que a través de muchas iniciativas caritativas y solidarias, acompañan a los más necesitados en esta pandemia”, ha expresado Monseñor Girasoli.

Posteriormente dijo que “el Papa Francisco de manera especial nos invita, en esta terrible situación de la pandemia, a mantener viva la esperanza. Una esperanza que ilumina la oscuridad del miedo y de las enfermedades”.

El Nuncio Apostólico en el Perú resaltó también que “Todos somos discípulos misioneros en salida” y que nos estamos preparando a vivir la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe. Sobre este encuentro histórico que se realizará en noviembre del presente año, en México, señaló que es “un gran momento para vivir y expresa la sinodalidad, caminando y escuchando a todos, para discernir los nuevos caminos pastorales que se necesitan en nuestro continente”.

La Vicaria de la Pastoral Social y de la Dignidad Humana – Cáritas Lima, el Arzobispado de Lima  y Cencosud S.A, vienen emprendiendo el programa “Lucha Frente al Hambre”, el cual a través de tiendas Wong y Metro, proveen de alimentos en favor de los comedores parroquiales y de población altamente vulnerable en las zonas de Lima y provincias.

El programa de Lucha Frente al Hambre – Compartir” se enmarca en la Ley N.º 30498 ley que promueve la donación de alimentos y servicios gratuitos en caso de desastres naturales.

En ese sentido, esta alianza responsable y solidaria busca velar por el acceso a una alimentación nutritiva y complementaria. A la fecha, el programa asiste a 8 comedores parroquiales en Lima, además de a nuestras Cáritas hermanas de Chiclayo y Trujillo, con 5 y 2 comedores respectivamente.

Durante el mes de mayo, el programa ha permitido la entrega de un total de 9681 kilos de alimentos perecibles como frutas y verduras, y víveres de primera necesidad como leche, pan, yogurt, azúcar, entre otros que han beneficiado a más de 2200 personas.

Los colaboradores de las 15 tiendas designadas de Wong y Metro realizan el acopio, luego, Cáritas Lima y sus representantes parroquiales lo recogen y distribuyen a los comedores para su uso inmediato en la preparación de desayunos y almuerzos, servicio que asumen todas las Cáritas a nivel nacional.

Finalmente, esta acción solidaria también contribuye al cuidado y protección del medio ambiente, evitando la emisión de casi una tonelada de dióxido de carbono (CO2), cuota importante que evita el desequilibrio climático causado por el calentamiento global.

En un encuentro virtual con el Clero de Lima, esta semana fue presentado el Nuevo Directorio para la Catequesis, con la participación especial de Monseñor Rino Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.

Durante su ponencia, Monseñor Fisichella reflexionó sobre la necesidad de promover espacios de escucha en la catequesis, reconociendo el desafío de la cultura digital, sus nuevos lenguajes y realidades. El prelado dijo que la Iglesia está llamada a vivir una experiencia de hermandad y gratuidad para mantener vivo el anuncio del Evangelio: «Una catequesis de este género permite descubrir que la fe es realmente el encuentro con una persona antes que una propuesta moral. El cristianismo, queridos hermanos, no es una religión del pasado, sino un acontecimiento del presente», expresó.

El último encuentro virtual organizado por la Comisión de Evangelización y Catequesis de nuestra Arquidiócesis, ha sido recibido con gran entusiasmo por el Clero de Lima. En ese sentido, las palabras de acompañamiento de Monseñor Fisichella representan un aporte significativo en el camino de diálogo, escucha y colaboración que la Iglesia de Lima viene manteniendo en los últimos años.

El Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización explicó que la incorporación de un nuevo directorio en nuestra catequesis responde a la necesidad de una reforma general de la Iglesia, insertando la temática al interior de esta transformación: «comprender de manera coherente la exigencia de la renovación de la catequesis nos obliga a considerar el proceso de inculturación que toca en particular a la catequesis», añadió.

La Iglesia está frente al gran desafío de una nueva cultura: la cultura digital, que en la actualidad determina la formación de la identidad personal y las relaciones interpersonales, más aún en época de Pandemia y aislamiento social: «miren la velocidad con la cual se modifica el lenguaje, las relaciones personales. Estamos frente a un nuevo modelo de comunicación y de formación que afectan inevitablemente también a la Iglesia en su complejo mundo de la educación, de la formación cristiana», comentó el Arzobispo.

Con la cultura digital se está frente al verdadero punto de inflexión antropológica, porque se está inmerso en una cultura que presenta una visión nueva y también inédita del hombre.

Rino Fisichella manifestó que vivimos tiempos de progresos considerables a nivel de ciencia, tecnología y conocimiento. Sin embargo, en simultáneo, los cristianos no sienten el mismo deseo de correspondencia al estudio de la fe y sus contenidos: «lo que se puede ver en este momento es que los contenidos de la fe están lejos de la vida cotidiana porque hay una indiferencia general. Esto implica una acción pastoral que sepa recuperar la catequesis como un estudio sistemático de la fe orientada a la vida y al testimonio público de su fe», afirmó el prelado.

En esa misma línea, el Nuevo Directorio para la Catequesis marca un momento central en la vida de la Iglesia, porque la catequesis «es un momento indispensable para la transmisión misma de la fe». A través de este documento, la Iglesia expresa «el desarrollo de su fe que crece a lo largo de los siglos, mediante una comprensión cada vez más profunda del misterio, del único misterio de la fe».

Una buena catequesis depende de una profundidad teológica para motivar y sostener la vida sacramental desde espacios de amistad y gratuidad, saliendo al encuentro de todos sin pedir nada a cambio. El objetivo no es el sacramento, sino la integración en la vida de la comunidad cristiana.

Monseñor Fisichella aseguró que la evangelización es el principal propósito del nuevo directorio: «es la tarea que el Señor Resucitado confió a su Iglesia, a todos nosotros en el mundo de hoy. La catequesis, por lo tanto, debe estar íntimamente ligada y unida a la obra de evangelización. La catequesis no se puede desvincular de la evangelización, es necesario que asuma en sí misma las características propias de la evangelización, sin caer en la tentación de sustituirla o de imponer sus propias premisas pedagógicas a la evangelización».

El Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización resaltó que, en la relación entre evangelización y catequesis, la primacía pertenece a la evangelización, no a la catequesis. Esto nos permite entender porqué, a la luz de Evangelii Gaudium, se puede hablar de una catequesis kerigmática como claramente lo evidencia todo el directorio.

La catequesis kerigmática tiene su fundación no de una teoría abstracta, sino con un intenso y fuerte valor existencial. Y se realiza a la luz de la categoría del encuentro, un encuentro que permite experimentar la presencia de Dios en la vida de cada uno de nosotros.

En otro momento, Monseñor Fisichella indicó que la fe en Jesucristo es un acto de libertad que compromete toda la vida: «Dios habla a los hombres como amigos, movido por su gran amor. Y mora con ellos para invitarlos a la comunicación consigo y recibirlos en su compañía. La relación con Dios no puede ser fugaz, no es una relación alterna, sino constante, llena de amistad. Por eso, la catequesis debe inculcar a cada uno, catequista y catequizando, para experimentar la presencia de Dios y sentirse también implicado en una acción de misericordia, con la cual Dios nos revela».

Central telefónica
(511)2037700